Por Edgardo Cabrera

Lo volvieron hacer, en el Congreso del estado convirtieron en un completo desastre el proceso de renovación de la presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, los intereses mezquinos de algunos cuantos, dieron al traste con el nombramiento del sustituto de Cid.

De entrada, hay dudas de los términos con los que debieron nombrar el nuevo titular, mientras algunos especialistas aseguran que el vencimiento fue desde el 27 de mayo, otros consideraron que el plazo fatal fue este lunes 31 de mayo, finalmente lo hicieron, y de malas, el domingo 30.

El asunto es que más allá de las fechas, en sus ansias protagónicas mandaron al carajo la urgente necesidad de que exista en Tlaxcala alguien que realmente defienda a la población y no solo que simule o que utilice el organismo para saciar sus más bajos instintos. 

Los principales responsables de incurrir en el desastre fueron los dos diputados panistas que vieron en la renovación de la CEDH una “oportunidad” de “oro” para saciar sus proyectos políticos y personales, mentira que estén preocupados por el estado. En las mismas anda la diputada Luz Vera del PEST.

El procedimiento iba apegado a la ley, desde la convocatoria hasta la evaluación de los aspirantes, en este último punto, dirán misa, pero los especialistas encargados de entrevistar a los aspirantes le dieron la mayor calificación a Jacqueline Ordóñez Brasdefer con 89 puntos, Mónica Cuamatizi alcanzó 80 y Jesús Ángel Romero 70, ante esos resultados NADIE dijo nada o se inconformó.

Mientras tanto, ante la falta de acuerdos y de razones, el Congreso local terminó por designar provisionalmente al primer visitador, Francisco Menacho Díaz, como titular interino de la Comisión Estatal de Derechos Humanos hasta que se emita una nueva convocatoria para la renovación del organismo.

De pena, sin duda, lo que ocurre en el Congreso, lo bueno es que ya se van, lo malo, es que dejan hecho todo un desastre.

MADRUGUETE FALLIDO

Por cierto que el mismo domingo en un nuevo intento, que parecería desesperado, la presidenta de la comisión permanente, Luz Vera convocó a una sesión extraordinaria, minutos después de que se frustrara la elección de quien ocuparía la titularidad de la CEDH.

Pero así como convocó, tuvo que recular ante la negativa de los diputados por acelerar un procedimiento que no se va a destrabar hasta en tanto no ocurra la elección del domingo 6 de junio, de ahí que emitir una nueva convocatoria simplemente no resuelve el problema de fondo que es, en estos momentos, la ingobernabilidad en el Congreso del estado.

Por lo pronto quien quedó muy mal parada fue la diputada Luz Vera al no mostrar capacidad para conciliar y acordar con sus homólogos para cerrar éste que es un nuevo capítulo negro de la actual legislatura.

Una vez pasada la elección del próximo domingo, ya con una claridad de quién será la gobernadora y ante el regreso de los diputados propietarios que se fueron a campaña, todo hace suponer que el interinato de  Francisco Menacho Díaz no durará más allá de un par de meses, es decir, con la nueva administración estatal llegará la nueva presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos.

Por ello es que más que celebrar en el organismo autónomo, donde desde ayer no faltaron los miaus de Cid y el propio “Don Juan”, mofándose del proceso fallido y de su perpetuidad en el poder, deberían más bien estar preocupados porque el primer visitador será auditado con lupa cuando todo esto se resuelva.