Muy verdes
18 de marzo - 2015

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Muy verdes

Los Verdes con sus candidatos muy verdes solo van a hacer comparsa del PRI en la elección de junio. Y la situación de Ixtlapale contrasta radicalmente con la de Orlando, los excesos y observaciones del huamantleco gozan de impunidad a más de 1 año de que dejó el cargo y con todo y su cuenta pública reprobada

Por Edgardo Cabrera

Después de meses de oscurantismo el Verde Ecologista dio a conocer a sus candidatos a diputados federales y la sorpresa es que son ¡muy verdes!

En el I está Mario Aguilar Candelas, personaje cuyo único mérito fue ser suplente de Gregorio Cervantes, a quien pretendió arrebatarle el escaño pese a que no movió ni un dedo en la campaña.

Para el II la designación recayó en Fidel Águila Rodríguez (¿?), y por el III Liliana Apanecatl quien fue colocada simplemente para cubrir la cuota de género.

La terna nos deja ver un posible acuerdo de facto con el PRI para encausar el voto Verde a favor de Rosalinda Muñoz, Anabel Alvarado y Ricardo García.

Hace 3 años 2 factores influyeron en la derrota del tricolor en el II y III distrito: primero, la enorme cantidad de votos nulos generada por la confusión de la coalición parcial y, segundo, la apertura a personajes externos que dieron la batalla en las urnas.

Hoy la situación es diferente, los Verdes con sus candidatos muy verdes solo van a hacer comparsa en la elección de junio.

Impune

La situación de Carlos Ixtlapale contrasta radicalmente con la de Orlando Santacruz, ya que mientras del ex edil de Apizaco salió a relucir información del presunto quebranto millonario a la comuna, del huamantleco tal parece que el caso se olvidó.

Según Adriana Dávila, desde la oficina del auditor superior Crispín Corona se orquestó una supuesta campaña de desprestigio en contra del apizaquense, a quien la senadora impulsa a la diputación federal por el I distrito.

Suponemos que lo dicho por Dávila tiene soporte, no olvidemos que los legisladores locales que le son afines tienen de primera mano el teje y maneje del Congreso y del Órgano de Fiscalización Superior.

En eso de las anomalías el caso de Ixtlapale es peor, son cientos de observaciones las encontradas en su gestión y que derivaron, entre otros problemas, que la actual administración enfrente pasivos por casi 200 millones de pesos.

Lo más grave del caso es que ahora se sabe que el hospital regional de Huamantla se encuentra en la mira de constructores y proveedores a quienes Ixtlapale les quedó a deber 60 millones de pesos.

El ex munícipe no puede andar por la vida –algunos dicen que regresó a Rusia para perfeccionar el idioma y otros que duerme en su casa de Santa Anita- sin que nadie le aplique la ley.

Se ignora si el OFS y su titular Crispín presentaron las denuncias penales respectivas, aunque se sabe que la Auditoría Superior de la Federación sí hizo lo propio. En los hechos, al día de hoy, el caso Huamantla se encuentra impune.

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