A la Verónica: La peor temporada
22 de febrero - 2015

gerardo_toros

 

El pasado domingo 15 de febrero concluyó la Temporada Grande en La Plaza México. El cartel ofreció poco a los caza carteles, pues únicamente acudió un puñado de aficionados.

A lo largo de la tarde, la gente reunida en la plaza lanzó diversas consignas en contra del empresario Rafael Herrerías, lo acusaron de ser el principal orquestador de la pésima temporada taurina mexicana en el coso de Augusto Rodín 241.

Ya desde la apertura del festejo en el portón de cuadrillas, un grupo de aficionados colocó dos mantas de protesta en contra de la empresa y la temporada.

Los mensajes eran claros, se observaron a nivel nacional a través de la cadena televisiva que transmite las corridas de la Temporada Grande:

“Adiós a la peor temporada de la historia. Basta de corrupción”; “Al toro y a la fiesta se les respeta, no se les explota”, se leía en las dos lonas colocadas.

La afición a los toros terminó enojada con la empresa, decepcionada de su fiesta y con la duda de asistir nuevamente a la plaza.

Fueron varias las corridas que decepcionaron a la afición, no sólo por el cartel, sino por lo más importante, los encierros presentados. Ganado sin bravura, sin trapío, auténticos borregos y novillos engordados.

Con el cierre de la temporada invernal mexicana han iniciado los rumores respecto al cambio en la empresa que administra La Plaza México.

A estas alturas en que la fiesta atraviesa por un déficit de aficionados y que requiere clamorosamente de una autentica figura del toreo nacional, el relevo en la empresa de la plaza más grande del mundo no sólo sería lo adecuado, también es lo justo y necesario.

Cinismo 

Por cierto que en la última corrida de la Temporada Grande, el empresario Rafael Herrerías se le fue al cuello al rejoneador navarro Pablo Hermoso de Mendoza.

El empresario lo llamó “Problemoso” de Mendoza, dijo que ningún chile le embona y lo acusó de establecer condiciones para presentarse en el cierre de la temporada taurina en la capital.

Entre ellas, según el magnate, de rehusarse a torear con el mexicano José Mauricio y que el torero a pie que se presentara vistiera de azul, además de poner las mismas condiciones de siempre en el ganado a lidiar.

¿Cinismo o desfachatez la de Herrerías? De nadie es extraño que el mismo empresario ha permitido que algunos toreros, sobre todo españoles, establezcan condiciones que van desde con qué toreros alternar y el ganado que se lidiará.

Si bien lo que acusó Herrerías ya no es novedad, mejor hubiera sido entrarle al toro por otro lado, pues, al que escupe pa’ arriba…