Por Edgardo Cabrera

En víspera de día de muertos la calaca se les apareció a los de Pronto, a los diputados y al secretario de comunicaciones y transportes, Noé Rodríguez Roldán.

Se trata de ATT (quienes también se piratearon el nombre de la compañía gringa de telecomunicaciones) que ayer miércoles anunciaron que pondrán en marcha una plataforma digital para ofertar el servicio de transporte privado, estilo UBER.

Con un evidente desconocimiento de la ley y de su propio proyecto, la familia Silva y socios de esta empresa asentada en Natívitas y que opera una línea de taxis piratas en esa zona, adelantaron que en un mes estará operando dicho sistema que pretende ofertar traslados no solamente en Tlaxcala, sino extender su cobertura a Puebla y la Ciudad de México.

Dijeron contar con un centenar de unidades modelo 2018 y que según han invertido más de 2 millones de pesos, lo que nos genera la duda si su parque vehicular no se trata en verdad de carritos de paletas considerando que los automóviles sedán superan el precio de los 200 mil pesos en el mercado.

Por lo pronto, veremos cómo procede la Secte que ya advirtió por medio de su titular que no se tolerará el uso de plataformas digitales en tanto no se establezca en la ley su regulación.

En contraste llama la atención el silencio de los diputados quienes, al igual que en otros casos prioritarios, no le quieren entrar al tema porque simplemente tienen miedo de enfrentar su responsabilidad y con ello seguir perdiendo credibilidad ante el electorado.

De mal en peor

No ha sido la semana para la frustrada golpista del PT Michaelle. A la traición de Plumita le sumamos desacuerdos familiares en torno a la visión del gobierno de la cuarta generación que apoya precisamente esta levantadedos.

Resulta que el carnal de la otrora priísta, ex morenista, y petista (aún) por conveniencia, se sumó a las voces que critican la consulta sobre el nuevo aeropuerto que convocó Andrés Manuel López Obrador, a través de sus seguidores y con la organización de la estructura de Morena.

Don Ismael no se rompió la cabeza, y retuiteó la demoledora reflexión de Francisco Martín Moreno, quien en su columna “UNA BOFETADA A LA NACIÓN”, denuncia que la consulta fue “una burda manipulación practicada por quien se erigió como el patriótico y luminoso defensor de la legitimidad electoral”.

El experto opina que “el error de octubre de cualquier forma ya se dio y consistió en el anuncio de la destrucción ética de la Cuarta Transformación, una bofetada a la nación…”.

Si en los aliados de Morena ni siquiera permea el respaldo a las iniciativas de López Obrador, es claro que no hay convicción ni poder de convencimiento, sólo el interés de montarse en un proyecto político para obtener beneficios personales, como le pasó a Michaelle, que ahora es diputada local por el efecto AMLO pero que ha mordido a cuanta mano le ha dado de comer, quizá por eso ni en su familia le creen.