Por Edgardo Cabrera

Si bien el Tribunal Electoral de Tlaxcala revocó el acuerdo del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones mediante el que negó el registro de candidaturas a diputaciones, y eso le dio una enorme bocanada de oxígeno al PRI, el asunto aún podría escalar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y tirar la resolución de la instancia local en caso de que otro partido o candidato contrario se inconforme con la resolución, aunque los abogados que saben de esto lo ven difícil porque en la resolución se está tomando el principio pro persona.

Por lo pronto la determinación de los magistrados electorales locales coloca en una posición endeble al ITE que les negó a los actores, en este caso los aspirantes, su derecho de audiencia y no les requirió la información faltante en tiempo, al menos eso concluyeron al revisar el caso.

Aunque también, vale decir, los principales exhibidos son los representantes partidistas, ya que fueron omisos al adjuntar toda la documentación requerida para su registro, en otras palabras, sus burradas derivaron en la entrega incompleta ya que los aspirantes a las candidaturas a diputaciones locales de mayoría relativa y representación proporcional demostraron que sí cumplieron en tiempo y forma ante la dirigencia estatal del PRI.

Es decir, de entrada, si tienen un poco de vergüenza y dignidad, el primero que tendría que estar presentando su renuncia es el “Gavilán” que cobra como dirigente estatal y que es el principal responsable del garrafal error que le dio un golpe directo a los candidatos a quienes les restó posibilidades de triunfo.

En segundo lugar, deben ser removidos sus representantes partidistas ante el ITE y su equipo jurídico que se supone revisó el procedimiento, son incompetentes, al menos eso se concluye tras la revisión del Tribunal Electoral; en contraparte, al grupo de abogados que elaboró los medios de impugnación deben rendirles un homenaje, así de plano, porque son a quienes les deben que le regresará el alma a su maltrecho cuerpo.   

PERO QUÉ NECESIDAD

En Huamantla el candidato de Morena a la presidencia municipal Juan Carlos Santiago Pimentel trató de ser incluyente al integrar su planilla del ayuntamiento, sin embargo, parece que pecó de ingenuo al incorporar a hijas y esposas de personajes provenientes de la vieja política local, incluso en un caso, con el antecedente de observaciones millonarias en la ejecución de recursos públicos a su paso por la administración pública estatal.

De este último caso destaca el nombre de Estefanía Monterrosas colocada en la segunda regiduría. Ella es esposa del exdiputado local panista, luego secretario particular de la senadora priísta Beatriz Paredes, y hasta hace algunos meses, funcionario estatal del gobierno moreno de Lorena Cuéllar, el también empresario radiodifusor, Humberto Macías.

Recordemos que como titular del Fideicomiso Ciudad Industrial Xicohténcatl incurrió en anomalías por 7.9 millones de pesos durante el ejercicio fiscal de 2022, de acuerdo con resultados de la auditoría realizada por el Órgano de Fiscalización Superior, y tras ser reprobada la cuenta pública fue removido del cargo.

El otro caso es el de Uri Aguilar Rivera colocada como síndica en la planilla, es hija del legislador federal petista, Alejandro Aguilar López, quien compite por su reelección como diputado federal, y aunque su partido, el PT tiene candidato a la alcaldía, Carlos Ixtlapale, es claro que no apoya a este instituto al orientar su capital con el aspirante de Morena.