Justiciero anónimo
7 de noviembre - 2016

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Por Ranulfo Rojas Bretón

El episodio sucedido en los rumbos de La Marquesa en el que cuatro asaltantes de un autobús casi al finalizar su fechoría fueron ejecutados por un pasajero que con toda la sangre fría se bajó a ultimarlos y les devolvió a los pasajeros sus pertenencias diciéndoles según comentan: “ahí están sus cosas, sólo les pido que me hagan el paro” y se perdió en las sombras, se ha vuelto tema de conversación y como hoy se dice: “se ha viralizado” y con todas las letras ha sido llamado “el justiciero anónimo” “el héroe sin capa”. Muchos han aplaudido el hecho, otros lo han reprobado.

En el pasado mes de septiembre también en el Estado De México en los rumbos de Joyas Ixtacala unos asaltantes quitaron sus pertenencias a los pasajeros que se resistieron y con ayuda de los vecinos detuvieron a uno, lo golpearon y amarraron a un poste, la policía lo rescató y lo llevaron a la Cruz Roja, lamentablemente murió a causa de los golpes.

También en septiembre en San Pedro Totoltepec, Toluca, dos presuntos asaltantes amagaron a los pasajeros con arma de fuego, según comentan, uno de los pasajeros, al ver dicha acción sacó un arma de fuego disparó y mató a los asaltantes y se desapareció en la noche.

En junio también en Naucalpan frente al campo militar número 1, apenas a eso de las 9 de la mañana un sujeto asaltaba al pasaje, un pasajero sacó un arma de fuego y le disparó y se retiró dejando muerto al asaltante y junto a él a la pistola utilizada.

Según comentan, en lo que va de este año, 15 presuntos delincuentes han muerto en el Estado de México a manos de pasajeros a los que intentaron robar.

Muchos recordamos la película protagonizada por Charles Bronson en el año de 1974 llamada “El vengador anónimo” en la que Paul Kersey (Charles Bronson) un hombre común y corriente pero que conocía el uso de las armas por haber servido como enfermero en la guerra de Corea, después de vivir el asalto y violación de su hija y posterior muerte, por circunstancias llega a tener un arma que le obsequian y cuando sufre un intento de robo, utiliza el arma y mata al asaltante, hecho que lo impresiona al grado de hacerlo vomitar. Después de ese episodio los hechos se repiten noche a noche con la consecuente muerte de varios asaltantes. Cuando la gente va conociendo el hecho, muchos los agradecen y la policía intenta detenerlo.

La película viene a colación por los efectos que se van presentando a propósito del “justiciero anónimo” de La Marquesa. Hay gente que ha hecho público su apoyo con lemas como “yo apoyo al justiciero anónimo” y con críticas a la policía por no poder garantizar la seguridad de la gente.

A todo esto se ha sumado la propuesta de José Luis Preciado un diputado panista que ha sugerido la posibilidad de permitir que la gente pueda armarse. Propuesta aceptada por muchos pero muy cuestionada por otros a los que yo me sumo porque si de por sí la gente está harta de tanta inseguridad y se siente vulnerable e impotente, sentimiento que ha provocado que la gente esté molesta y que por diversas situaciones algunas graves, otras no tanto reaccione con violencia, imaginemos que tuvieran un arma en las manos, el peligro se incrementaría.

Si de por sí ya vemos lo que pasó con el asaltante que tenía apenas una semana de salir de la cárcel y entra en la casa donde vivían tres mujeres que al escuchar que alguien está en el patio de su casa pelean con el asaltante que termina muerto a cucharazos, por cierto el asaltante era un vecino y ahora la familia del asaltante quiere venganza contra las mujeres. Y también lo que ha pasado en Contla, Tlaxcala, que casi linchan a un presunto asaltante que lograron detener y hace pocos días en Zacatelco, Tlaxcala. Poner armas en las manos de las gentes provocaría que con los ánimos caldeados viviéramos situaciones cada día más escandalosas.

No creo que sea bueno el tener vengadores anónimos ni dejar la justicia en manos de los ciudadanos, más bien, debemos exigir la fortaleza de nuestras instituciones y cuidar que tengamos una aplicación de justicia pronta y expedita además de trabajar en la prevención y cuidado de nuestra seguridad.