NUEVA CUESTA
6 de enero - 2023

Por Edgardo Cabrera

Arrancamos el 2023 y, desafortunadamente, los buenos deseos al finalizar el año viejo, solo se quedaron en eso.

Y es que distraídos por las fiestas el gobierno de Cuéllar le pegó un duro golpe a la economía familiar, lo que resulta aún más grave es que horas antes del anuncio el INEGI había reportado que Tlaxcala se colocó con la segunda inflación más alta de las entidades del país. El regalo de “mamá Claus” fue la autorización para el incremento a la tarifa del transporte público.

El aumento pactado con los transportistas que apoyaron a la mandamás en su campaña fue de 1 peso, según ellos, “un alza menor”, pero cuando se revisan las letras chiquitas del acuerdo se descubre que mañosamente también maquinaron la reducción del trayecto de la parada mínima a sólo 6 km, que para rutas como la de Tlaxcala a Chiautempan el precio final que tienen que pagar los usuarios no es de un peso, sino hasta el doble.

Quien provenga del municipio de los sarapes a la capital y pretenda llegar al mercado Emilio Sánchez Piedras, gracias a la Triste Historia debe pagar 8.50 pesos, ya no 7 como antes. Ese mismo usuario si pretende llegar hasta la Procuraduría General de Justicia del Estado tendrá que desembolsar 10 pesos; para los que viajan de Contla a la capital el costo ahora es de 11 pesos cuando antes pagaban ocho.

El gobierno estatal actuó de forma dolosa, primero al autorizar el incremento en época de la abundancia y felicidad navideña, y en segundo lugar, mintiendo con el incremento de un peso pero validando reducir la parada mínima para favorecer a los transportistas con alzas de hasta 30%, así el regreso a clases, la próxima semana, será duro para la de por sí golpeada economía familiar.

COMO BUITRES

El gobierno preocupado, según, por los más pobres, en realidad se vale de ellos, primero por el cobro de apoyos sociales como ese de las estufas y calentadores solares vendidos a la mitad del precio, cuando en el presupuesto del año pasado se cubría la totalidad del producto, y lo mismo pasa con la construcción de algunos cuartos cuya importante tajada se la lleva el constructor beneficiado con esas obras de pésima calidad.

En ese afán de exprimir a los tlaxcaltecas, arrancó el programa de venta de placas vehiculares; amparados en el decreto federal que establece la renovación periódica de las láminas de circulación, vieron la oportunidad de otro negocio.

Basta recordar que los gobiernos priístas subsidiaron en su totalidad ese cambio, sin embargo, el de Morena lo cobrará, eso sí, dice el secretario de Gobierno, que “al costo”, ¡ajá!

Otras entidades como San Luis Potosí donde gobierna el Verde Ecologista es gratuito, al igual que las licencias para conducir;  en Aguascalientes, donde gobierna el PAN, la mandataria le regaló a los ciudadanos una ley de ingresos que no contempla ni canje de placas (a pesar que deben hacerlo), ni nuevos impuestos, para no afectar la economía familiar.

Sólo con el aumento del pasaje y el canje de placas, cuyo costo será de 226 pesos, adicionales al refrendo vehicular, se anticipa una dura Cuesta de enero cortesía de la Triste Historia, por ello se explica por qué en la entidad más pequeña del país se tiene una de las inflaciones más altas a nivel nacional, es decir, donde lo que se gana no alcanza para cubrir la totalidad de la canasta básica.