HERMANASTRA
11 de julio - 2022

Mientras destinan tiempo, dinero y esfuerzo en sus campañitas negras, en lo realmente importante se les sigue desmoronando el estado, no hay gobernabilidad

Por Edgardo Cabrera

El lorenismo operó rápido, torpemente, pero rápido, en un intento por reaccionar ante el revés político que sufrieron desde la Presidencia de la República.

Resulta que la semana pasada orquestaron desde su oficina de comunicación una campaña en contra de la diputada federal Dulce Silva y de su esposo, el subsecretario de Gobernación, César Yáñez, utilizando como arma a la hermanastra de la huamantleca.

Tanto las plumas ladinas como los medios oficialistas y paleros se dieron vuelo con la detención de Mariela, acusada de fraude por una veintena de personas entre ellas la difunta ex senadora Martha Palafox. La mujer fue detenida en un operativo conjunto entre Puebla y Tlaxcala.

Fieles a su estilo de contar medias verdades, de inmediato instruyeron relacionar a Dulce con la imputada como si fueran hermanas directas y cercanísimas, a sabiendas de la mala y distante relación, y es que la detenida es producto de otra relación sentimental del empresario Martín Silva.

Por ello es que suponer -como lo hicieron- que desde gobernación meterían las manos por la imputada es ridículo, lo que sí, como nada en la política es casual, lo único claro que quedó es que más allá del terreno de lo legal se utilizó, de nueva cuenta, el aparato estatal para atacar a sus adversarios.

Mientras tanto, la Procuraduría General de Justicia sigue sin dar resultados para esclarecer cientos de homicidios o casos de alto impacto como las ejecuciones de un presidente de comunidad en Ixtacuixtla y del director de obras en Tlaxco, el feminicidio de Ana Laura o el homicidio a manos del Estado de un implicado en su desaparición. En contraste, movieron todos sus recursos para una aprehensión que les rendiría frutos políticos.

Al difunto Rafael Moreno, aliado en su momento de la gobernadora Cuéllar, le resultó contraproducente la disputa contra Dulce Silva, y eso que en aquellos tiempos no era diputada federal y su esposo, cercano a AMLO aspirante, aún no presidente de la república.

INCENDIOS

Mientras destinan tiempo, dinero y esfuerzo en sus campañitas negras, en lo realmente importante se les sigue desmoronando el estado, no hay gobernabilidad.

El viernes Tlaltelulco padeció la anarquía, fue una batalla campal entre pobladores y policías, hubo decenas de heridos y cinco detenidos, todo porque dos mujeres señaladas como secuestradoras pretendían ser linchadas por una turba cansada de la ineficacia de las autoridades para otorgar seguridad y justicia.

Fueron horas de terror para las presuntas delincuentes, pero también para periodistas que resultaron agredidos por los iracundos pobladores y la torpeza de los uniformados para mantener el orden, así como por la ausencia de la Secretaría de Gobierno para propiciar canales de diálogo y entendimiento.

Es una muestra más de la incompetencia institucional, no lo quieren ver, pero Tlaxcala es un polvorín, la menor provocación resulta en un incendio y las cosas tienden a empeorar. Previo a los de Tlaltelulco, la capital había vivido por la mañana frente a Palacio de Gobierno una airada protesta de docentes jubilados y pensionados ante la falta de medicamentos, así como de pobladores de Xicohtzinco que fueron al Congreso a exigir solución a su exigencia de remoción del alcalde. Mientras tanto la Triste Historia sigue mirando a otro lado.