FUERA
17 de septiembre - 2021

Por Edgardo Cabrera 

Las cosas en el poderoso sindicato de Salud se le empiezan a complicar a la dirigente y diputada local priista, Blanca Águila Lima, tratar de mantener todo el poder le abrirá nuevos frentes y problemas que van al terreno de lo legal.

Se sabe que por ello valora seriamente buscar la reelección en el cargo, o dejar a alguien de su confianza para seguir controlando el gremio, uno de esos nombres es el de la enfermera Alberta Netzahual, quien, por cierto, para tratar de desmarcarse de su relación con la priista, presume en redes sociales simpatías con Morena y la gobernadora Lorena Cuéllar.

El asunto es simple, los opositores a Blanca han conformado un bloque de contención con Tomas Osorio, el primer golpe lo asestaron el domingo pasado cuando en una rueda de prensa fijaron su postura en contra del control cuasi monárquico de la sección 27 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (Sntsa).

El segundo golpe se lo propinó la propia diputada, cuando metió presión al secretario de salud, Rigoberto Zamudio al exigir dotara medicamentos y denunciara el desabasto, el asunto es que en el pasado guardó silencio, incluso fue cómplice con los gobiernos anteriores para mantener una dotación ridícula de los fármacos, bueno, no había ni aspirinas.

Eso precisamente le generó una fuerte crítica de su gremio y de la sociedad, en redes sociales no la bajaron de incongruente y que esos amagues vienen a colación de su intención de mantener el control sindical perpetuándose en el cargo.

La cosa no acaba ahí, trasciende que estaría en el supuesto de usurpar funciones, ya que desde que protestó en el cargo de diputada, dejó de cobrar en su plaza sindical para evitar una irregularidad financiera, de ser así, en calidad de qué se sentó con el secretario de Salud, ¿de diputada?, si fuera así, cualquier acuerdo lo habría hecho a título de representante popular, más no de líder sindical.

Aún peor, de inmediato el gobierno estatal desarticuló su consigna de desabasto de medicamentos, lo que seguro se planeó para tener pretexto de alguna movilización, ya que la gobernadora Lorena Cuéllar presumió una dotación extraordinaria a los centros de salud.

DESESPERACIÓN 

A colación de esa exigencia sindical, Blanca recabó poco más de 2 mil firmas de los más de 5 mil 300 trabajadores que integran el gremio, muchos de estos apoyos no fueron voluntarios, ya sabemos cómo se las gastan.

Hablaríamos que realmente su base de apoyo es inferior a los 2 mil trabajadores, de ahí que lo que seguirá será una mayor presión para conseguir el respaldo que necesita para ella o alguien de su grupo para que la suceda en el cargo.

Tan es así, que ya tenemos testimonios de empleados a los que desde hace tres quincenas les niegan su cuota sindical, y precisamente se tratan de aquellos trabajadores identificados en contra de Águila.

La intención es clara, debilitar la oposición para que al llegar a las urnas carezcan de los votos para arrebatarle el sindicato.