VERRUGOSOS
20 de septiembre - 2019


Por Edgardo Cabrera 

Los magistrados del TSJE son unos abusivos e hipócritas en su actuar, durante el 2018 no se tocaron el corazón de la austeridad y, por el contrario, le propinaron un zarpazo a su presupuesto al incrementarse en casi 11 por ciento sus sueldos. 

Inflaron precios, pagaron costosas comidas, miles y miles de pesos destinaron a combustibles (pese a que los diligenciaros siempre se quejan de la falta de gasolina) y hasta pagaron con recursos públicos la extirpación de sus verrugas. 

Sus observaciones sumaron 2.4 millones de pesos, aún así les fue aprobada su cuenta pública ya que no rebasaron el 7 por ciento del total de su presupuesto.

Y llama la atención el criterio que les aplicaron para perdonarlos desde el OFS pese a que presentan un déficit financiero de 11.7 millones de pesos, lo que según ellos, es la “herencia maldita” de los anteriores presidentes del TSJE.

La realidad es que el poder judicial es la catedral de la impunidad, ya que si tuvieron para un alza a sueldos superior a lo sugerido de simplemente ajustar sus percepciones en función de la inflación, bien pudieron atender el déficit económico que arrastran de años atrás. 

Pero si el 2018 es escandaloso ya veremos el 2019, recordemos que fue este año cuando les estalló el escándalo por los insultantes incrementos (de hasta 100 por ciento) a sus sueldos para llegar al grado de estar colocados entre los magistrados más caros del país, solamente el presidente, por ejemplo, se asignó 205 mil pesos como pago cada 30 días, mientras magistrados y consejeros de la Judicatura subieron al rango de los 135 mil pesos.

Y eso que negaron al asegurar que se trató de un “error” (incluso demeritaron la investigación de Gentetlx basada en el propio Presupuesto de Egresos publicado en el periódico oficial del estado), en los hechos nunca lo corrigieron ni mandaron al poder Legislativo su readecuación. 

TESTARUDO

Muy mal parado quedó el alcalde de El Carmen Tequexquitla, Óscar Vélez, luego de que utilizara la página oficial de Facebook del ayuntamiento para arremeter contra todos, incluso hasta embarró al director de El Sol de Tlaxcala, Máximo Hernández Cervantes, ya que no le gustan las notas que ahí se publican. El señor exige información a modo y, por lo que dijo en su mal logrado video, intentó comprar la línea editorial del medio.

Según sus calenturas, el alcalde se presumió una blanca paloma y aseguró que fue implicado en aquel caso donde policías municipales fueron asegurados por elementos federales quienes los acusaron de ser sorprendidos descargando mercancía supuestamente robada de un camión.

Pero más que andar de bocón tratando de espantar con el petate del muerto, Vélez debe empezar por aclarar el desfalco millonario detectado en su cuenta pública, razón por la que le fue reprobada, o bien, explicar las deficiencias en materia de seguridad que derivaron en el brutal asesinato del director de la policía, aunados a otros crímenes contra uniformados que comenzaron desde el arranque de su gobierno.

En cuanto a su cuenta del año 2018, recordemos que el OFS le detectó un quebranto por 17 millones 903 mil 465.30 pesos, lo que representa el 26.8% de los 66 millones 682 mil 496.23 pesos ejecutados.

Seguro, no tardará en descalificar a la auditora superior y a los legisladores asegurando que todo se trató de un asunto político y de persecución.

La realidad es que estamos ante un mitómano en potencia, recordemos que al arranque de su administración sacó a relucir el cobre cuando miembros de la agrupación musical Ángeles Azules lo denunciaron en redes sociales por privarlos de su libertad por varias horas ya que exigía una foto con ellos.

También, esa ocasión lo negó. Pareciera que para Vélez todo el mundo está en su contra y nadie lo comprende.