Por Edgardo Cabrera

Los priístas salieron optimistas luego de celebrar su 22 asamblea nacional donde el orador principal fue el presidente Enrique Peña Nieto.

Como hace 6 años cuando andaba en campaña, el mexiquense dio muestra de que lo suyo son los discursos dirigidos a sus correligionarios quienes lo vitorearon a pesar de que muchos apostaban a la fractura y los abucheos.

Lo cierto es que los del Revolucionario Institucional no quieren estar fuera del poder, aún recuerdan la sequía que vivieron en los 12 años que gobernó el PAN.

Por ello la asamblea del sábado era decisiva para fijar la ruta que incluye la imposición de un candidato presidencial externo al PRI y que tenga como principal atributo un bajo nivel de negativos en las encuestas, sin importar que no esté bien posicionado en su nivel de conocimiento.

Similitud

Lo anterior ya lo vivió Tlaxcala cuando los partidos de oposición se confiaron luego de que el tricolor se inclinó por un personaje nuevo en la política.

Panistas, perredistas y morenos esperan un candidato con largo pasado en la administración pública, muchas contiendas en su historial e incluso que estuviera identificado con las organizaciones afines, pero no fue así.

La historia la recordamos muy bien, Marco Mena empezó desde cero, en ese entonces Adriana Dávila, Lorena Cuéllar e incluso Martha Palafox parecían rivales invencibles para el abanderado oficial, sin embargo, a pesar de su alto nivel de conocimiento y equipos experimentados, incluidos algunos mapaches electorales, los negativos que traían las senadoras se les convirtieron en un ancla.

Tampoco pudieron posicionarse con campañas negras y con una estrategia que tenía como centro atacar al entonces gobernador Mariano González Zarur.

De cara al 2018 lo que pasa a nivel nacional tiene muchas similitudes con Tlaxcala. La oposición está confiada y da por muerto al partido en el gobierno, su principal objetivo es el ataque a Peña Nieto y su gobierno, así como el intento por concretar alianzas contra el PRI.

¿El desenlace será igual?

#ladyfachada

Mientras Peña Nieto y su partido hacen esfuerzos sobrehumanos para no perder la Presidencia de la República en 2018, en Tlaxcala la gran mayoría de los delegados de dependencias federales trabajan en sepultar al partido.

Lo anterior viene a colación por la actuación de la representante de la oficina que se supone opera las políticas a favor de las zonas forestales.

Recordemos que la seño Gisela saltó a la fama por sus desfiguros en cuanta fiesta organizaba y por presumir supuestas “palancas” que la hacían inamovible a pesar de su cuestionada conducta que incluye trato déspota a los trabajadores que motivó aquel movimiento de empleados para denunciar maltratos y que terminó en el despido de varios de los quejosos.

Bueno, pues como parte de sus excesos, no entendemos cómo en medio de un discurso a favor de la austeridad, la oficina de dicha representación federal se encuentran en una lujosa residencia ubicada en la colonia Las Ánimas, cuya renta cuesta varios miles de pesos.

No solo lo anterior, sino que basta ingresar a esas instalaciones para constatar el dispendio de fondos públicos en muebles de diseñador valuados, también, en miles de pesos.

En contraste, es denigrante la situación en la que se encuentran los campamentos de los combatientes de incendios forestales.