La hoy occisa padecía de ataques epilépticos.

De acuerdo con los peritajes practicados y a las labores de campo realizadas por el equipo multidisciplinario de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), se determinó que la muerte de una mujer localizada en el municipio de Ayometla, se debió a un infarto al miocardio, por lo que se descartó un homicidio doloso.

El servicio de emergencias 066 reportó a las 18:45 horas del 18 de julio la existencia de un cuerpo sin vida del sexo femenino, en el interior de un predio ubicado en la esquina que forman la privada Cuauhtémoc y la calle 16 de Septiembre, en la colonia Centro, del municipio de Ayometla.

Acto seguido, el Agente del Ministerio Público, Policía de Investigación y peritos se trasladaron al lugar de los hechos, donde ubicaron a un costado de un árbol de peras, el cadáver de una mujer con huellas de depredación por la fauna del lugar -perros-, y con el desprendimiento de la extremidad superior derecha, y parcial de los miembros inferiores.

Asimismo, durante la inspección de la zona, los expertos localizaron junto al cuerpo un recipiente lleno con el fruto del árbol.

Posteriormente, los especialistas realizaron las diligencias correspondientes del levantamiento del cadáver y lo trasladaron al Servicio Médico Forense (Semefo) anexo a la PGJE, donde se le practicó la necropsia de ley, que al concluir arrojó como causa de muerte infarto al miocardio.

Más tarde, una persona del sexo masculino acudió ante el Representante Social e identificó el cuerpo como el de su tía, quien en vida respondió al nombre de Diva N., que al morir contaba con 87 años de edad.

Durante su declaración, el deudo relató que su familiar vivía sola en el domicilio donde falleció, por lo que desconoce la forma en que perdió la vida; además, puntualizó que desde hace varios años sufría de ataques epilépticos.

De esta manera, la Procuraduría General de Justicia del Estado descarta que la muerte esté relacionada en un hecho delictivo, ya que de acuerdo con las investigaciones y resultado de las pruebas científicas, se planteó la hipótesis de que la hoy occisa sufrió el ataque al corazón cuando recolectaba peras de su árbol frutal.