18 de diciembre - 2024
Interconexión promete respuestas rápidas a emergencias, pero usuarios temen vulneraciones a su privacidad
Por Stephany Rodríguez
El Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i) de Tlaxcala y la plataforma UBER han firmado un convenio que permitirá enviar información en tiempo real a los servicios de emergencia del 911. Aunque la medida ha sido anunciada con entusiasmo por las autoridades estatales, ha encendido un debate entre la ciudadanía sobre privacidad, vigilancia y los verdaderos alcances de esta colaboración.
El secretario ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública, Maximino Hernández Pulido, calificó el acuerdo como un avance tecnológico en favor de la seguridad ciudadana. Sin embargo, sus declaraciones contrastan con el escepticismo de algunos sectores de la población que perciben la medida como un mecanismo más de control que de protección.
Opiniones encontradas entre los usuarios
Mientras las autoridades celebran la firma del convenio, la postura de los tlaxcaltecas refleja una realidad más compleja. Claudia Pérez, estudiante universitaria y usuaria frecuente de UBER, aplaudió la iniciativa: “Como mujer, esto me da tranquilidad. Saber que pueden localizar mi trayecto en una emergencia es positivo, porque a veces el miedo de salir por las noches es constante”.
Por otro lado, algunos conductores y usuarios advierten sobre los riesgos en el manejo de la información personal. Martín Salazar, socio-conductor de UBER, expresó sus preocupaciones: “Nos hablan de seguridad, pero no aclaran quién manejará nuestros datos ni cómo se protegerán. Hoy es un convenio para emergencias, mañana podría ser un pretexto para vigilarnos”.
Laura Rojas, comerciante y usuaria ocasional de la plataforma, cuestionó la efectividad real de la medida: “Si de verdad les importa la seguridad, deberían resolver problemas estructurales, como la falta de vigilancia en zonas peligrosas y la corrupción en los cuerpos de seguridad. Esto parece más un parche tecnológico que una solución de fondo”.
La integración tecnológica entre UBER y el C5i se basa en herramientas de geolocalización que actualizan la ubicación de los viajes cada cuatro segundos y proporcionan detalles como el nombre del conductor, placas y número telefónico. Para algunos, esta capacidad representa una invasión silenciosa. Un conductor, que prefirió el anonimato, declaró: “El gobierno siempre habla de seguridad, pero no sabemos cómo usarán nuestra información. ¿Quién nos garantiza que este sistema no será utilizado para otros fines? Parece que somos nosotros los que estamos bajo la lupa”.
A pesar de los esfuerzos de Tlaxcala por posicionarse como un estado innovador en materia de seguridad, los robos y la violencia siguen en aumento. Esta realidad contradice el discurso oficial que insiste en presentar a la entidad como “la más segura del país”.
El convenio con UBER, lejos de ser un acuerdo aplaudido unánimemente, ha suscitado preguntas críticas: ¿Es esta una solución real o un esfuerzo mediático para ocultar una crisis de seguridad latente? Ante el creciente escepticismo, los ciudadanos exigen respuestas concretas y garantías de que la tecnología no se convertirá en un arma de vigilancia disfrazada de protección.