8 de agosto - 2023
Por Fernando Tamayo
La política como el día a día en la vida de millones de mexicanos comienza a verse amenazada por la violencia. En plena campaña en búsqueda de la sucesión presidencial, las agresiones, descalificaciones e incluso la muerte ha tocado a prácticamente todas las “corcholatas”.
Si ya se había dado cuenta de colaboradores, simpatizantes y adherentes a los precandidatos de MORENA que habían sido víctimas del clima violento que se vive en el país, el atentado contra Zulma Carbajal ocurrido en Guerrero parece marcar el rumbo por el que transitará el proceso electoral que tiene mucho, pero mucho en juego para los contendientes.
Y se preguntará amigo lector que tiene que ver Guerrero con el tranquilo y quieto Estado de Tlaxcala donde nada acontece, salvo un evento de clase mundial próximo a realizarse.
A primera instancia podría pensarse que nada, sin embargo, la percepción ciudadana y los datos señalan un incremento en esos rubros, sobre todo, cuando se espera la llegada del séptimo, si séptimo, responsable de la paz y tranquilidad de todos los tlaxcaltecas.
¿Qué esperar de una nación donde hasta allegados a personajes de la talla de “las corcholatas” son víctimas de la violencia que a diario parece formar parte de la realidad mexicana? ¿Qué puede ocurrir en un país donde el diálogo, la concertación y debate se sustituye por la fuerza y la violencia en todos sus rubros y todas sus aristas? Un pueblo sumido en la violencia provoca más violencia de la que podríamos lamentarnos todos. Al tiempo.
Desde la barrera
Y hablando de violencia las manifestaciones por parte de burócratas no cesan en la Entidad afectando a miles de tlaxcaltecas que sin deberla ni temerla la padecen a diario.
Sin duda cada persona tiene el derecho de expresar y defender lo que a su interés convenga, siempre y cuando, eso no afecte el derecho del otro.
Esperemos que pronto autoridades y sindicalizados encuentren los caminos del diálogo y la negociación sea real y efectiva, no solo para unos o para otros, sino para el resto de tlaxcaltecas que nos vemos afectados.
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