Por Camila Tornel

Gabriel Gutiérrez Morales, Director de operación, vinculación y transición de los servicios de salud a IMSS-BIENESTAR en Tlaxcala, tiene mucho que aclarar en torno al reportaje especial de ‘Latinus’, que revela compras irregulares de medicamentos en el sistema de salud del gobierno federal.

Resulta que un informe independiente sobre la gestión del Gobierno de la República, durante la pandemia de COVID-19, cimbró al sistema de salud en México

Como es sabido, en el sexenio lopezobradorista, marcado por el desabasto de medicinas, la deficiente atención en hospitales y la muerte de miles de pacientes, hay señalamientos de corrupción.

El más reciente tiene que ver con Amílcar Olán, íntimo amigo de los hijos del presidente López Obardor, que ha pasado de ser un desconocido en el mundo empresarial a obtener millonarios contratos en el sector salud.

Con la colaboración de Alejandro Cuchillo Calderón, alias ‘ALIPI’, que además ocupa un cargo clave en el sistema de salud federal, y Daniel Asaf, cercano colaborador del presidente, Olán orquestó una red de corrupción que opera en la sombra.

Mediante supuestas grabaciones telefónicas obtenidas por ‘Latinus’ se descubrió cómo este clan manipula licitaciones y adjudicaciones directas para vender medicamentos a precios exorbitantes.

Y la situación ha salpicado a Tlaxcala, ya que, en una de estas conversaciones, Amílcar y su interlocutor hablan sobre una adjudicación en Tlaxcala y Sonora, donde se vendieron 76 mil y 24 mil piezas de un medicamento vital a 999 pesos cada uno, respectivamente, sumando un negocio de casi 100 millones de pesos.

Por eso, el IMSS-BIENESTAR tiene mucho que aclarar, porque en Tlaxcala, cuando la salud la administraba el estado, no pasaban estas cosas. Gabriel Gutiérrez debe salir a fijar postura, al menos, para no dejar mal parada su incipiente función y a su jefa la gobernadora del estado.

A colofón…

Esta semana, dos temas marcaron la agenda mediática en Huamantla y las dos tienen que ver con el poblano Carlos Santiago Pimentel, candidato a la presidencia municipal por el partido Morena.

La primera, fue cuando medios de comunicación de esa zona ventilaron que el candidato del partido del no robar, no mentir y no traicionar, mintió al INE y al ITE al presentar una credencial con una dirección en donde no vive y nunca ha vivido. Es decir, falsificó su identidad.

La segunda, el pasado lunes, un medio de comunicación local organizó el primer debate de los candidatos a la presidencia municipal de Huamantla, en donde Santiago Pimentel, mostró una actitud intransigente, violenta, iracunda y poco tolerante que merece ser analizada.

La intolerancia, la mentira, la opacidad y la corrupción no son cualidades deseables en un líder político, y es responsabilidad de todos velar por un mejor lugar para nuestra sociedad.

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