Por Fernando Tamayo

Tal y como se advirtió desde hace tiempo una vez concluida la elección en el Estado de México y Coahuila el telón de la sucesión presidencial donde los protagonistas son las corcholatas, las cuales, buscan suceder a AMLO y seguir escribiendo las páginas doradas de la 4T.

Dentro de las corcholatas es claro que como en casa, el padre aunque quiere a todos sus hijos, unos son más afines o cercanos que otros.

Para el Presidente sus hijos predilectos están claros, es Claudia, seguida de Adan Augusto y como tercero el amigo Marcelo, dejando en claro además, que los otros juegan para rellenar el proceso pero cuyas aspiraciones no son más que sueños guajiros.

Dentro de los consentidos la pregunta redunda en saber quien de los tres puede garantizar la continuidad de la 4T, quien realmente es el que pueda sentarse en la silla del Aguila y mantener la lealtad y disciplina con ya saben quien y sobre todo, no imprima su propio estilo de gobernar sino por el contrario se mantenga con el mismo estilo de hacer política de AMLO.

Aunado a esto interesante será saber la decisión que tomará Marcelo, y si este mantendrá la unidad y no apostará por Movimiento Ciudadano como podría pensarse.

Así la sucesión presidencial comienza a dar sus primeros pasos de manera formal y con un proceso ya avalado los datos parecen estar cargados y favorecer en todo a uno o una de los contendientes. Al tiempo.

Desde la barrera

Y hablando de elección en la Entidad la guerra electoral ha comenzado no solo entre los integrantes del Gabinetazo sino entre aquellos que apuestan sus canicas por alguna corcholata. La elección está a la vuelta de la esquina y todo puédame cambiar. 

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