5 de enero - 2023

Por Edgardo Cabrera
Las 34 plazas laborales para amigos, amigas, recomendadas, recomendados y familiares de legisladores y ex legisladores locales es un asunto de nunca acabar, son las plazas malditas que datan de hace cuatro legislaturas y cuyo pleito por su cancelación derivó en un litigio que ganó en su momento el Sindicato 7 de Mayo que pactó, con los antecesores de los actuales asambleístas, un nuevo reparto del botín.
La anterior, como la actual legislatura, tenía mayoría cuatroteísta. Los salientes se las agandallaron en común acuerdo: 19 espacios para ellos, los 15 restantes negociados por el entonces dirigente Edgar Tlapale para beneficiar a la “base”, incluida su hija.
Los actuales diputados llegaron con la espada desenvainada y con la orden de la “jefa” para despedir a los 34 beneficiados, cumplieron a cabalidad la indicación, con excepción de una, la de la hija del entonces dirigente que sigue cobrando como médico en el Congreso.
En aquella ocasión lo advertimos y lo informamos, habrá un nuevo litigio que tarde que temprano perderán los diputados, y el tiempo nos dio la razón, el primer revés lo recibieron de la prima del diputado Covarrubias.
Doña Evelyn contrató un buen abogado que logró por medio del Tribunal de Conciliación y Arbitraje una resolución para que el Congreso le pagara 1 millón 73 mil pesos por sueldos caídos y su reinstalación.
Ante la noticia, en diciembre la representante legal, la diputada petista Leticia Martínez logró reducir el monto y concretar un convenio de 600 mil pesos, pagaderos en seis meses, y mantener la reinstalación, lo que enfureció a la “jefa” y por medio de sus plumas ladinas ahora trata de intimidar a sus diputados para desconocer el acuerdo y culpar a la legisladora petista de favorecer a su correligionario, Covarrubias.
Pero por más que le busquen y quieran sentar en el banquillo a quien se deje, aquí es un asunto de legalidad, ciertamente, no de justicia.
Lo justo era que desde hace cuatro legislaturas no hubiesen repartido ese botín, lo justo es que la mayoría morenista de la legislatura anterior (hoy varios de ellos flamantes funcionarios estatales y hasta líderes de Morena) no hubieran incurrido en la misma práctica, y lo justo es que “la jefa” y su operador político (al que le roban las guacamayas del zoológico), no estuvieran pensando en hacer negocio con una nueva distribución, porque bien saben que esos espacios no los podrán desaparecer ni yendo a bailar a Chalma.
EL RESTO
Las otras 32 plazas restantes, reiterar que solo la hija de Tlapale no fue despedida, siguen en litigio ya que esas entraron en bloque mediante una demanda promovida por el propio Sindicato 7 de Mayo que lleva la representación legal, algo que decidió no hacer la prima de Covarrubias al llevar por su cuenta su asunto.
Precisamente tras el revés logrado, el resto deberían correr con la misma suerte, aunque tras conocer la noticia seguramente aplicarán las tretas ya conocidas por el tribunal para alargar los plazos en la resolución y ganar tiempo para heredar el asunto a la próxima legislatura, al tiempo…
