TRAGICOMEDIA TLAXCALTECA
19 de julio - 2022

Por Edgardo Cabrera

Lo de Tlaxcala es una tragedia cómica, por un lado, están los hechos y por el otro los discursos bofos. Las “mesas de trabajo”, como la de este lunes, son un teatro, y la cabeza de la Triste Historia hace como que toma nota, y sus subordinados como que informan que trabajan, la realidad supera su ficción.

Sigue la ingobernabilidad, aunque la mandataria se niegue a reconocerlo y admitirlo, sus funcionarios en materia de seguridad, espionaje y política interior no dan resultados; la policía es rebasada en su “protocolo” del garrote, la inteligencia es incapaz de detectar y atender los conflictos, y quien tendría que incentivar el diálogo prefiere construir castillos en el aire porque ya se vio en el Senado, y de procuración de justicia, ¡ni hablar!, ahí están los hechos.

El estado se desmorona: la inseguridad, la impunidad y la torpeza es el pan de cada día, ya es una práctica cotidiana que se ve reflejada en la justicia de propia mano como el domingo en Xaltocan, donde “se les murió” otro detenido en los separos municipales y la reacción del “pueblo bueno” fue el vandalismo.

La descomposición social, alimentada por la falta de políticas públicas se ve traducida en asesinatos y feminicidios, como el ocurrido también el domingo en Tepetitla en el que resultaron heridas también la hija y nieta de la víctima.

No olvidemos Tlalcualpan y Tlaltelulco, dos localidades más donde las inconformidades se les fueron de las manos a las autoridades y derivaron en estallidos sociales.

Este lunes, la respuesta del gobierno es la negación, la evasiva, la ocurrencia y el reparto de culpas. Para el caso de Xaltocan (ayuntamiento que recientemente presumieron como adhesión a Morena), y del resto de los conflictos, el ex panista hoy secretario de gobierno culpó a los ayuntamientos, lo mismo por no certificar a sus policías como por no controlar la venta de alcohol, en ambos temas también hay corresponsabilidad estatal.

Lo peor, quedó en evidencia que sus mentados “protocolos” son un fiasco, por ello ya anunciaron “nuevos” para evitar linchamientos.

Y para rematar, en eso de no admitir culpas y errores, resulta aún más preocupante aceptar estar inmersos en una “ola de violencia», pero decir que debe ser “el pueblo” quien la contenga, entonces los mil millones de pesos del presupuesto de la Segob para qué sirven, sino hay políticas para prevenir, controlar y erradicar tanto la violencia como la ingobernabilidad, reitero, es como la tragicomedia de la que escribe José Agustín, pero a la tlaxcalteca.

UNIFORME ÚNICO

Una buena noticia es la determinación del gobierno del estado de prohibir la obligación de que los alumnos de instituciones públicas del nivel básico y medio superior porten uniforme de “gala y de uso diario”, mantener el conjunto “deportivo” como uniforme “único”, es un avance. 

Especificar que en las institucione educativas no se permitirá la venta de dichas prendas de vestir está por demás, supondríamos que así debe ser, pero bueno, como suele ocurrir, veremos cuántas cumplen.

Ojalá y el decreto publicado en el Periódico Oficial el pasado 14 de julio se cumpla e incluso se haga extensivo a las instituciones privadas, y no pase como con las cuotas escolares que prometieron eliminar pero que siguen cobrando.