PRUEBA DE FUEGO
3 de febrero - 2022

Por Edgardo Cabrera

Febrero será crucial para el PRI, de lo que ocurra en un par de semanas, dependerá su futuro electoral

La renovación de la dirigencia estatal tiene plazos fatales y a mediados de este mes tendrán que celebrar su Consejo Estatal para determinar quién quedará al frente del partido tras la renuncia de Noé Rodríguez Roldán.

Los tricolores deben verse en el espejo del PAN, donde la disputa por la dirigencia los retrató de cuerpo entero: grupos oportunistas, revanchistas, con deseo de venganza y con visión cortoplacista.

De los tres grupos que se disputan el Revolucionario Institucional, los menistas trazaron su futuro desde que el hermano del ex gobernador Marco, y actual diputado local, Fabricio, cuñado de la gobernadora Lorena Cuéllar, cargó sus dados del lado de Morena.

El colofón fue el impulso de Arnulfo Arévalo quien pretende crear un partido político local, el denominado: Democracia Participativa por Tlaxcala.

Vistos como traidores, y culpados por entregar el gobierno estatal a la 4T, solamente hay de tres sopas en el PRI: el regreso del marianismo, la alternancia con el bloque que representa Blanca Águila y Anabell Ávalos, o que se pongan de acuerdo ambos y planchen una planilla plural.

Dicen que no son adversarios y que llegarán a acuerdos, el asunto es ¿con quién? Del lado del ex gobernador suena fuerte la llegada del diputado federal Mariano González Aguirre a la dirigencia estatal, del otro han promovido al secretario técnico de Blanca Águila, Gil Silva, quien simplemente parece jugar el papel de moneda de cambio.

Y aunque Noé Rodríguez quiere meter ruido al proceso con algunos comités municipales que le son afines, y también por ahí aparecen beatricistas, lo cierto es que ambos están plenamente identificados como fieles sirvientes del gobierno de Cuéllar, algunos metidos como asesores y otros ocupando cargos de “funcionarios” sin renunciar al PRI.

FIASCO TURÍSTICO

Un nuevo golpe contundente al discurso y que evidencia el desastre en materia de turismo, así como las contradicciones de su supuesta política de promoción, es la caída de 30.65 por ciento en la afluencia de visitantes a la entidad durante 2021.

De acuerdo con la nota principal de la Jornada de Oriente de su edición del lunes, y cuya fuente la atribuyen al Observatorio Turístico de Tlaxcala, la derrama económica fue menor en 25.54 por ciento en este periodo.

Las malas cifras se atribuyen a las restricciones por la pandemia, aunque, recordemos, la Nueva Historia utilizó en su propaganda al turismo como su principal estrategia para reactivar la economía.

Con esa justificación, una amplia comitiva fue financiada para acudir a la feria nacional de turismo en Mérida en noviembre pasado, fue donde “presentaron en sociedad” el plagio del hashtag del “Tlaxcala sí existe”, mismo que fue adoptado como slogan gubernamental; imaginó doña Josefina Rodríguez, incluso se lo dijo públicamente a la gobernadora Lorena Cuéllar, que esa “genialidad” atraería a miles de visitantes. Los hechos dicen otra cosa.

Pero no es lo mismo llegar al cargo por el padrino, que hacer la tarea de titular de la dependencia, los malos resultados están a la vista, se está tardando en presentar su renuncia, bueno, ¡mejor no!, la mediocridad le sienta bien a la secretaría que descubrió que Tlaxcala sí existe.