7 de enero - 2022
Por Edgardo Cabrera
Desde el cierre de 2021, el gobierno estatal inició con una ola de despidos del personal de confianza, eventuales y basificados, los primeros que levantaron la voz fueron los del INSABI, a quienes la Secretaría de Salud prometió que no los iban a correr, y menos por la demanda que tendrán con la cuarta ola de contagios de Covid-19.
El último día del año los citaron en las oficinas centrales para anunciarles la determinación.
Pero no fue la única, en la mayoría de las dependencias hicieron lo mismo, a unos los hicieron firmar renuncias con la promesa de liquidarlos y recontratarlos, a otros ni eso.
A la mayoría les dijeron que aún no hay autorización para la firma de contratos y, menos ahora, que la gobernadora Lorena Cuéllar se encuentra ausente de algunas de sus funciones tras contagiarse del coronavirus, por lo que trabajarán de “a gratis” al menos la primera quincena de enero en espera de un “milagro”.
Quienes también deberán esperar a ver si continúan en el cargo, son funcionarios y directores, los cuales fueron amenazados desde su toma de protesta de que estarían a prueba cuatro meses, a la fecha todos siguen en sus puestos.
La incertidumbre priva en el gobierno de la Nueva Historia y así será al menos hasta el 15 de enero.
IMPUNES
En la primera columna del año dimos cuenta de los homicidios de odio cometidos en el estado y de la impunidad, particularmente el caso del ex diputado Omar Milton asesinado en Noche Buena, hasta hoy la PGJE no ha dado mayor información del móvil ni de la detención del o de los presuntos responsables.
Pero no son los únicos casos impunes, recordemos que el 1 de noviembre ocurrió otro homicidio y ataque violento por parte de un comando armado, al 6 de enero no se ha esclarecido y tampoco hay explicación de la autoridad.
Hablamos del asesinato del padre del ex presidente municipal de Panotla, el perredista Eymard Grande Rodríguez, luego de que delincuentes ingresaran por la madrugada a su domicilio para aparentemente perpetrar un robo.
El ex edil fue amarrado junto con uno de sus hermanos y su progenitora, fueron golpeados y confrontados por el padre de la familia quien, por defenderse, recibió un balazo. De las más de 10 personas que actuaron portando uniformes y corte de cabello tipo militar, así como por armas largas, no se tienen rastros.
Un comando igual de agresivo, recordemos, ingresó un año antes, en noviembre del 2020, al domicilio de la entonces presidenta capitalina y después candidata a la gubernatura, la priísta Anabell Ávalos.
Un grupo armado y con un modus operandi similar actuó en contra del hermano del ex presidente de Chiautempan, Héctor Domínguez, días después de concluir su encargo.
De todo lo anterior, no hay nadie detenido, la impunidad -esperemos que no la complicidad-, es el sello de los delitos.
CONDOLENCIAS
Estimado Mauricio Hernández Olaiz lamento la muerte de tu esposa Sandra Karla López Ayala te expresó mis condolencias a ti y a tus hijos, finalmente ella ya descansa de tanto dolor y ahora se encuentra en un lugar mejor, siempre cerca de ustedes. Dios les dará la fortaleza necesaria, a ti en lo particular para seguir luchando por tus hijos, tal como lo hiciste por tu esposa y de lo cual fui testigo, nunca te rendiste.
Mau, mi admiración por ser un gran ser humano, estuviste con ella no solo en la salud y la fortuna, siempre presente a su lado en la enfermedad, nunca la dejaste sola. Bendiciones