Por Edgardo Cabrera

El jueves pasado los coordinadores parlamentarios del PRI y PRD, Blanca Águila y Juan Manuel Cambrón, respectivamente, le hicieron pasar un entripado al morenista Rubén Terán; nunca vio venir la operación de sus adversarios políticos para imponer a Ángel Espinoza Ponce (de pasado priísta y marianista), como comisionado del Instituto de Acceso a la Información Pública.

El también coordinador de la bancada morenista venía empujando a Arturo Decasa Vega, ex aspirante morenista a la alcaldía de Chiautempan, y ese antecedente político le pesó en contra dentro del bloque cuatroteísta, no olvidemos que son resentidos y rencorosos.

A la hora de votar en el Pleno el dictamen elaborado por la encargada del proceso de elección del nuevo comisionado, Blanca Águila, logró el respaldo de 18 de los 19 dedos asistentes a la sesión, entre ellos petistas, ecologistas y los de Nueva Alianza, todos aliados de la 4T, el único voto en contra fue de Reyna Báez, del lorenista partido Fuerza por México. 

Por ello Terán se puso como león enjaulado, andaba que no le calentaba ni el sol azteca. Previo a la sesión, al saberse derrotado, trató de operar entre sus aliados sin éxito, incluso pretendió reventar la sesión, pero solo logró la ausencia de seis diputados, Lorena Ruiz García (PT), Mónica Sánchez Ángulo (PEST), y de Morena Lupita Cuamatzi Aguyo, Brenda Cecilia avillanares, Marcela González y Leticia Martínez Cerón quien fue la única que pidió permiso para no asistir a la sesión.

0-2

En una semana Terán recibió dos travesuras que le hizo la priísta y sus aliados ideológicos. En la sesión del martes avanzó la iniciativa de citar a comparecer al secretario de Gobierno, Sergio González, que si bien fue idea de su sobrino y diputado Miguel Ángel Covarrubias, la iniciativa prosperó con el aval del PRI y PRD, el jueves la recompensa fue la imposición de Espinoza con el respaldó del PT.

Esta semana le pinta sombrío el panorama al también presidente de la Junta de Coordinación y Concertación Política, en puerta está la aprobación del paquete presupuestal y, como en la votación del comisionado del IAIP, al momento suman 18 los diputados a favor del fondo moche, el mismo que no les quiere financiar la gobernadora Lorena Cuéllar.

Tras los descalabros de la semana pasada la línea se endurecerá, de prosperar el fondo moche en el presupuesto de egresos, quizá estaría en puerta el primer veto de la gobernadora en contra de la legislatura. Finalmente llegó el momento de medir fuerzas.

TARJETAZO

A otro que también se le salieron de las manos de las manos las cosas es a Ramiro Vivanco, poderoso Oficial Mayor, y es que la Nueva Historia determinó ampliarle sus facultades y competencias, por lo que mismo licita insumos para dependencias, que todas las obras públicas de gobierno.

Su más reciente adquisición son unas tarjetas de despensa para los sindicalizados del sector Salud, la nueva empresa proveedora se denomina “Sí Vale” y sustituye a “Toka”, la razón de quitarla es la sospecha de moches a la dirigencia sindical para favorecerla.

El viernes reventó finalmente el asunto, los sindicalizados realizaron una serie de protestas en sus centros de trabajo y arremetieron contra Ramiro, quien mediante un comunicado aseguró que las nuevas tarjetas tienen los mismos beneficios de las anteriores.

Pero mientras son peras o manzanas, agitaron el avispero y generaron un problema más en el nuevo gobierno donde queda claro que su capacidad de reacción es tan limitada y penosa.

Resulta que varias horas después de que estalló el escándalo “autorizaron” el boletín informativo que bien pudo llegar un día antes de la protesta, y es que estaban advertidos del conflicto, pero aún así decidieron dormirse en sus anchas sillas y esperar otro golpe más para su jefa.

A estas alturas queda claro que el escarnio y los escándalos son gracias a la incompetencia de su área de comunicación, pero también, hay evidencia que es ahí donde se cocinan las filtraciones para dañar al propio gabinete, sin importar que en esas rencillas y en sus ansias de ponerle bozal a todos los funcionarios, se lleve entre las patas a la gobernadora.