Insípidas Brigadas
22 de abril - 2021

Por Mauricio Hernández

Es común, en estos tiempos electorales, encontrarse con diversas brigadas de las y él candidato al gobierno del estado. Y en ocasiones tales brigadas nos pueden decir mucho del ánimo en los diferentes curtos de guerra, en los bunkers de campaña.

Me topé con las brigadas Lorenistas, todos con los colores tradicionales del partido en el poder federal. De entrada llama la atención la ausencia de personal de los aliados PT, PVEM, PES y PANAL. Se supone que estos institutos también apoyan a la ex súper delegada pero simplemente no se ven, menos en las cuadrillas.

Con cierta astenia te entregan la tradicional propaganda de la candidata, el duro sol y las largas caminatas cobran fractura de este puñado de jóvenes. A la distancia se escucha el sonido de un teponaztle también ejecutado con languidez. Quién me entregó la propaganda desapareció de inmediato sin dedicarme mayor explicación salvo un mecánico “Vote por Lorena”.

Continúo mi camino y solo metros adelante me encuentro con otro pequeño grupo de damas. Me llama la atención que  algunas portan chalecos de los servidores de la nación. ¿Qué hacen servidores pagados por el gobierno federal en las brigadas de una candidata?, Ya no extraña que los recursos del bienestar se encuentren operando a favor de la aspirante morenista.

A estas alturas el discurso de transformación y el cambio, el de dejar atrás vicios del pasado, ya se sabe que es tan solo mera cháchara electoral. Solo los que no quieren verlo, pues no lo ven.

Poco sabían los brigadistas de las ofertas electorales de su candidata, incluso a pregunta expresa optan por leer el documento que entregan. El mensaje de la aspirante no baja, no conecta y tal vez hasta ni convence a quienes tocan la puerta y dan la cara al electorado.

No es muy diferente en las otras brigadas. Las de redes sociales , aunque son muchos menos que los de morena, se notan más entusiasmados al entregar la propaganda del SAGA, el candidato sin corbata y llantas en su camioneta. La ignorancia sobre la temática del postulante es similar.

El grito de Anabell, Anabell es fuerte y constante al paso de las brigadas de la pretendiente a la silla por los Unidos por Tlaxcala, totalmente ajenos de la adhesión del ex jefe policiaco de la capital a la campaña Lorenista. El sistema es idéntico, la entrega mecánica del folleto, solo eso, ocupados más en la porra que en la propuesta que oferta su candidata.

Tal vez el anuncio de la llegada de Islas Chío no impacto demasiado, sobre todo cuando cientos de hordas morenistas se habían sumado ya con la ex alcaldesa capitalina, pero sin duda si sorprende que Max Hernández sea ahora alfil de la aspiración Lorenista. No en balde lo presumieron por todos lados, pues no deja de haber sido uno de los colabores relevantes de Ávalos en la capital, sobre todo cuando la propia  Anabell presumió en el debate la creación y éxito de los vecinos vigilantes.

Lo que no podemos dejar de lado es que los cuarteles le dan más peso a las adhesiones que a las propuestas y al entrenamiento de sus brigadas. Los cómos siguen siendo los grandes ausentes en las campañas.

Lo que es cierto es que en materia de apoyo la aparente puntera sigue en extremo solitaria. Si en las brigadas no se ven, no se siente la presencia de los partidos “aliados”, mucho menos en los eventos, en dónde la constante es la ausencia de los presidentes estatales o las figuras nacionales, todo lo contrario con los unidos, en dónde frecuentemente hay presencia, apoyo y discurso. Y perdón, pero la visita de Mario Delgado, lejos de abonar restó. Hay muchos morenistas que se quieren comer vivo al siervo de López Obrador. Y pocos o nadie recuerdan a que vino o que dijo el dirigente nacional de morena.

Luego de un debate insípido, por momentos tragicómico, las campañas continúan sin llegar a conectar demasiado en la mayoría de la población, especialmente entre los jóvenes, que a tan solo 44 días de la elección, poco o nada saben de los aspirantes a la silla gubernamental. Mucho menos a alcaldías o diputaciones. Sin duda preocupante.

@olaizmau

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