Por Edgardo Cabrera

En Morena siguen las fracturas y la soberbia, piensan que el posicionamiento del partido en las encuestas es implacable y que “nada” les afecta, ni la salida de aspirantes tras ser ninguneados o burlados, tampoco el enojo de quienes se quedan por temor a perder su posición.

Lo anterior viene a cuento porque la semana pasada se confirmó lo dicho en este espacio, la diputada federal con licencia, Claudia Pérez, tuvo el valor de abandonar al oficialista partido de Movimiento de Regeneración Nacional, desistirse de buscar la reelección bajo dichas siglas, y canalizar su capital por la candidatura a la presidencia municipal de Tlaxcala, seguramente con las siglas del PAN.

Como era de esperarse, los lorenistas (que no los morenistas), minimizaron su salida, es más, hasta tuvieron el descaro de acusarla de saltimbanqui y de carecer de ideales, cuando en los hechos, es precisamente su jefa #ladychapulin quien ha batido todos los récords, no solo por chapulinear en 5 partidos políticos distintos, sino por no concluir ningún encargo público.

La realidad es que la salida de Claudia pone en riesgo la posibilidad de que Morena gobierne la capital del estado, no sólo se va ella, sino una estructura que fue menospreciada, aún cuando le rindió buenas cuentas Morena, basta revisar las elecciones de hace dos años cuando Cuéllar no salió a hacer campaña por la diputación federal, la que gastó suela fue precisamente la panista que puso al servicio de la hoy virtual candidata a la gubernatura, un grupo de albiazules, mismos que hoy regresan al redil.

Fue también la diputada federal suplente de Lorena, una de las panistas que hace cuatro años la apoyó en sus aspiraciones gubernamentales, algo que la entonces abanderada perredista no se cansaba de presumir, hoy, eso que restregaba a sus adversarios le cobrará factura en las urnas.

Dirán misa en este momento, pero en los hechos las encuestas colocan a Claudia Pérez por encima de las preferencias electorales por la capital, en esos mismos estudios aparece en segundo lugar Serafín Ortiz, y en tercero Anabel Alvarado; veremos cómo se mueven las cosas cuando finalmente Morena imponga a su candidato, con la consecuente fuga de personajes.   

¿ESPIONAJE?

La semana pasada salieron a relucir dos audios que ponen en evidencia una vez más, la simulación en el proceso interno de Morena para definir a sus candidatos.

En ambos aparece el nombre del diputado federal Terán, considerado el hombre más cercano a Lorena.

En una grabación el legislador da por “pactada” la inclusión en la “encuesta” de un aspirante, simplemente por ser su amigo; en el otro audio, dos precandidatos se pelean porque uno reconoce que su condición de “gato” del legislador -así lo dice-, lo favorece para ser el abanderado de Morena a la alcaldía de Tepeyanco.

Al verse evidenciado, Terán fijó un posionamiento mediando el cual acusa “espionaje” y deja constancia de su desconocimiento de la convocatoria de su partido al hablar de “ternas” para definir las candidaturas, cuando el citado documento es claro en cuanto a la aplicación de solamente una encuesta (no dos como menciona en uno de sus audios), y de que serán 4 los nombres que se incluirán, más no 3, como refiere.

Y cuando acusa “espionaje” se equivoca, aquí nadie los espía, son ellos mismos quienes están poniendo en evidencia y haciendo públicos tanto los mensajes, como las conversaciones donde ellos son los protagonistas.

El asunto no acaba aquí, en breve saldrán a relucir más cosas dentro de la soterradas negociaciones para entregar candidaturas, pero también, de la utilización de programas y el desvío de recursos públicos para favorecerse, eso ya está documentado, y no solamente se tratarán de dichos como ellos y sus corifeos acostumbran. Al tiempo.