Por Edgardo Cabrera

En el Partido Encuentro Social Tlaxcala ya no ven lo duro, sino lo tupido, ante el empecinamiento de José Luis Garrido por hacer su reverenda gana en el proceso para renovar la dirigencia estatal.

Las huestes del diputado local -y su hermana (considerada su más valioso activo dentro del partido)- siguen en espera de que les levanten la sanción y pueden realizar la asamblea que designará a su nueva dirigencia.

Recordemos que el pasado 24 de septiembre el Tribunal Electoral de Tlaxcala ordenó frenar la celebración del Congreso Estatal para la renovación de sus cargos partidarios, la cual se realizaría entre el 27 y el 30 de septiembre próximos, derivado de que 12 de sus 15 asambleas distritales fueron impugnadas.

Pero dado el antecedente de que la asamblea del distrito 14, de Natívitas, fue tirada por el TET al detectar graves inconsistencias, los magistrados acordaron frenar todo el proceso ya que existen grandes posibilidades de que también sean anuladas el resto al presentar los mismos vicios.

En Natívitas se comprobó el establecimiento de reglas tramposas para la votación, mismas que fueron instauradas de última hora y sin previo aviso, afectando el principio de “certeza”, amén de que el procedimiento de votación “abierta” implementado por el PEST, “agravó el estado de ilicitud en que se desarrolló la asamblea distrital, ya que por las circunstancias en que se desenvolvió, no garantizó la libertad del voto”, resolvieron los magistrados.

De ahí que el TET le ordenara a Garrido reponer la asamblea, algo que no ha querido acatar de ahí que el jueves los magistrados lo apercibieran a hacerlo o de lo contrario se le aplicarán sanciones que podrían llevarlo incluso a la cárcel.

Pero mientras son peras o manzanas, Garrido sigue haciendo y deshaciendo con los miles de pesos de las prerrogativas del PEST. 

A VER SÍ ES CIERTO…

Esta semana nos enteramos que existe un “Observatorio de Participación Política de las Mujeres en Tlaxcala”, luego de que sus miembros salieran en defensa de la diputada federal Adriana Dávila Fernández, tras las amenazas que le propinó su homólogo Gerardo Fernández Noroña.

El problema es que dicha postura fue tardía, casi 15 días después de las desafortunadas declaraciones, pero además, el posicionamiento no estuvo fundamentada legalmente, de entrada, apelando a lo que establece la “Ley que garantiza el acceso a las mujeres a una vida libre de violencia en el estado de Tlaxcala”.

Con ello evidenciaron que, además de desinformados, el trabajo que realizan es chabacano y escaso.

Entre sus miembros están los presidentes del ITE y TET, así como los titulares del Instituto Estatal de la Mujeres y del Instituto Tlaxcalteca para Personas con Discapacidad, así como diversas organizaciones sociales del estado y partidos políticos con acreditación y registro local.

Llama la atención, que apenas esta misma semana otra mujer política, la ex sindica capitalina Katy Valenzuela, también denunciara agresiones por su labor en defensa de síndicas, algo que no le ameritó la más mínima postura al mentado observatorio.

Quizá esperarán otros 15 días para ponerse de acuerdo… lamentable.