Por José Luis Ahuactzin

Durante la Jornada de reflexión sobre la trata de mujeres y niñas, con fines de exploración sexual, celebrada en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) se reveló que la menor Karla Romero Tezmol habría sido desaparecida por integrantes de su propia familia.

A tres años de su desaparición del municipio de San Pablo del Monte, en enero de 2016, la activista Teresa Ulloa Ziaurriz, directora regional contra el tráfico de mujeres y niñas en América Latina y el Caribe, señaló que tras una indagatoria las líneas de investigación apuntan a que se trata de propios familiares.

En su intervención, previo a una firma de convenio de colaboración entre la UAT y el Centro Fray Julián Garcés en materia de investigación, se reveló que los tratantes están modificando sus formas de enganchar, pero sobre todo no respetar a familiares mujeres y niñas al cercarse su modus operandi en otras entidades del país, la Ciudad de México o Puebla, ejemplificó.

Dijo que existen dos familias de la zona sur que tienen sus influencia en diversos estados de Estados Unidos, como Carolina del Norte, Carolina del Sur, Houston, Miami, Los Ángeles, Arizona, New York, por citar algunas.

Detalló que si bien es un problema de índole nacional, en Tlaxcala de 33 municipios pasó a poco más de 40 en su área de influencia o para delinquir.

A la par, dijo que en el pasado las abuelas o madres eran consideradas como un «dique» en las familias porque no permitían ese tipo de delitos, pero al observar ingresos «en sus manos»; entonces se amplió la red.

Ante esta situación, tanto las activistas como el rector de la UAT, Luis Armando González Placencia, organizaciones de la iniciativa popular contra la trata, y el Centro Fray Julián Garcés, suman esfuerzos para generar un panorama que erradique la trata de personas del estado.