Gritos y sombrerazos
13 de agosto - 2019


Por Fernando Tamayo

Curioso resultó ver que a través de un video que circula en redes sociales los “militantes” y “seguidores” del partido político local PEST dan cuentan de que su mecanismo para resolver conflictos políticos nada tiene que ver con las normas religiosas que los caracterizan como integrantes de la Iglesia Cristiana.

A través de la grabación dada a conocer por Gentetlx y nuestro amigo periodista Roberto Nava, se observa la agresión física y verbal que sufre en la asamblea de Zacatelco Karina Pérez la maratonista allegada al Diputado José Luis Garrido.

Y es que de acuerdo a lo publicado por el propio Roberto Nava los ánimos se calentaron en el municipio del Sur gracias a la intromisión de personajes ligados con el suspirante a la gubernatura y ex diputado Juan Carlos Sánchez, quienes no dudaron en lastimar a la maratonista a pesar de que el constructor no forma parte de dicho instituto político.

Así los del PEST dan cuenta no solo de la fractura que se vive en su interior sino que además cuando se trata de la disputa del poder están dispuestos a dejar de lado sus creencias religiosas esas que los obligan a actuar con prudencia y respeto total al prójimo. 

Esperemos que por el bien de la vida política de los partidos políticos en Tlaxcala, pronto se conozca a los responsables de tan lamentables acciones en contra de Karina Pérez y que además se evite en lo posible la intromisión de personajes que sin ser militantes de dicho partido ni mucho menos simpatizantes solo buscan sacar raja política con miras a lograr la tan ansiada candidatura a la gubernatura a pesar de poner en riesgo la estabilidad de dichos institutos políticos.

Finalmente, sirva desde este espacio nuestra solidaridad absoluta con nuestro amigo reportero Roberto Nava quien ha dejado en claro que fue víctima de amenazas por parte de personas cercanas a Juan Carlos Sánchez y que en caso de sufrir algún atentado en su contra este personaje sería directamente el responsable.

Desde la barrera

Otros que evidenciaron su capacidad y tamaño políticos fueron los flamantes diputados locales quienes una vez más dieron cuenta de que lo suyo lo suyo no es servir a los intereses colectivos, sino por el contrario, pusieron de manifiesto que el proceso de fiscalización se ha convertido y se convertirá en un mecanismo para satisfacer intereses personales. Así la calificación de las cuentas públicas no será otra cosa más que un circo mediático donde cualquier situación será la que prevalezca para que los diputados dictaminen los estados financieros de los municipios, menos, el adecuado uso del recurso público. Al tiempo. 

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