PESTe
20 de junio - 2019

Por Edgardo Cabrera

La desfachatez de José Luis Garrido es el sello que quiere imponer en el Partido Encuentro Social Tlaxcala (PEST).

Su empecinamiento por seguir al frente y manejar a su conveniencia las prerrogativas lo llevaron a colocar a sus cuates y familiares como delegados para la asamblea que nombrará a la dirigencia estatal, empezando por su hermana Pilar en Chiautempan, a la misma que en el pasado proceso también impuso como candidata.

En Tlaxcala capital está su cuñado, y en Contla su concuña (por cierto su empleada en el Congreso), mientras que en Apizaco, Ixtacuixtla, Teolocholco, Natívitas y Huamantla, están cuates y subalternos que tiene en la nómina del partido realizando tareas de administradores de los comités municipales.

Pero su ambición le costará muy caro. En lo legal, esas designaciones a modo ya fueron impugnadas; en lo político, se sabe que el diputado federal José de la Luz Sosa Salinas tiene la venia de Hugo Éric Flores para asumir la titularidad del partido.

Y es que mientras Garrido sólo piensa en saciar sus intereses personales, en el plano nacional el proyecto no es apuntalar a un polítiquillo de medio pelo que se mareó con una curul local y que ya sueña hasta con ser gobernador.

La intención es afianzar las estructuras estatales que lograron registros locales (en Tlaxcala gracias a la operación de Pepeluche en San Pablo del Monte que les dio miles de votos) y apresurar la realización de asambleas para conformar el Partido Encuentro Solidario y recuperar el registro nacional de partido político, algo que perdieron tras las elecciones federales del año pasado.  

EXHIBIDA

La coordinadora de la fracción parlamentaria de Morena en el Congreso local, Ana Bertha Mastranzo Corona hizo el ridículo el fin de semana.

Frente a seleccionados nacionales de boxeo, deportistas de alto rendimiento, miembros de la iniciativa privada y hasta legisladores federales de su propio partido, evidenció su ignorancia y la pequeñez con la que desempeña el papel de presidenta de la Junta de Coordinación y Concertación Política.

En conferencia de prensa, tras la inauguración de un centro de entrenamiento de boxeo, quiso quedar bien y hacer caravana con sombrero ajeno, se aventó la puntada de asegurar que existe “compromiso” de los legisladores locales para apoyar al deporte estatal.

Pero se metió en camisa de once varas cuando se le cuestionó de los montos económicos, tipo de apoyos, plazos, fechas, disciplinas, en fin, no supo siquiera a cuánto asciende el presupuesto para el deporte que ella, y sus homólogos, aprobaron para este año.

Y luego se enojan porque se les califica de “levantadedos”, la realidad es que además de grises en su labor, son unos mentirosos que tratan de engañar al pueblo, y estos, en especial los de la 4T, fueron quienes prometieron no repetir las prácticas del pasado.

BENEFICIO DE LA DUDA

Juran y perjuran que el marianismo no está con Ivonne Ortega, que están “jalando” con “Alito” a quien favorece la cargada de gobernadores y las mayoría de supervivientes tricolores que aún gozan de la representación popular a nivel federal.

Lo cierto es que la estructura marianista está dividida en dos, por un lado se encuentra la de “Marianito”, quien instruyó a sus operadores para trabajar a favor de la causa del gobernador con licencia de Campeche Alejandro Moreno “Alito”.

Pero por el otro está la guardia del último de los mohicanos, los mismos que lo flanquearon la semana pasada durante la ceremonia luctuosa de Emilio Sánchez Piedras y a quienes no se les ve por ningún lado trabajando con González Aguirre.

Para la vieja guardia de González Zarur su corazoncito late más del lado de la ex gobernadora de Yucatán y difícilmente cambiarán de bando tras el exilio del poder y el abandono de Marianito.

Y los desacuerdos, doble juego e incongruencias parecen no terminar, sin aún arrancar la elección interna José Narro renunció a su militancia y a la aspiración tras quejarse de la cargada a favor de “Alito”.