TRABAJO POLÍTICO
5 de marzo - 2019

Por Edgardo Cabrera

La senadora panista Minerva Hernández Ramos ha intensificado su trabajo político, lo que nos deja entrever que sí quiere estar en la competencia por la sucesión de la gubernatura.

A sus continuas apariciones en tribuna, así como su inserción en comisiones legislativas claves, se suma el cabildeo que viene realizando en Tlaxcala.

Sólo este lunes, la senadora se dejó ver en un restaurante de la capital del estado reunida por separado con la presidenta delITE, Elizabeth Piedras; la magistrada Elsa Cordero; y el ex candidato a la alcaldía de Huamantla, Alfonso Sánchez Manzanilla.

Mientras que el fin de semana fue la invitada principal en la inauguración de la feria de Apizaco y también anduvo en varios carnavales.

Su posición como senadora la mantiene en la baraja de los candidateables a la gubernatura, máxime cuando en su partido, el PAN, la caballada está que se muere de flaca.

No vamos lejos, la diputada federal Adriana Dávila comenzó a alejarse de la escena local desde que perdió la gubernatura, y de plano desapareció tras el fracaso de su grupo por mantener el control de la dirigencia estatal albiazul.

Nos cuentan que en su ánimo ya no está volver a competir por la primera magistratura del estado, sino más bien enfocarse a la alcaldía de su natal Apizaco.

En tanto que han brincado otros personajes emergentes, como el ex diputado Juan Carlos Sánchez, quien anda como cabra loca promocionándose en busca de la candidatura a la gubernatura, sin un plan claro y más bien aventando petardos, como ese de pagar por anuncios espectaculares donde, valiéndose del carnaval, destaca su imagen de “el Saga”.

Con dicho escenario, sumado al resquebrajamiento del bloque que venían formando la finada pareja de Moreno Valle y Martha Erika Alonso en Tlaxcala, así como la existencia de una tibia aunque aliada dirigencia estatal, Hernández Ramos tiene campo fértil para sembrar su proyecto político.

OPORTUNISMO DISFRAZADO DE QUEJA

Casi un año tuvo que pasar para que un grupo de perredistas “descubrieran” su desamor por el partido que les dio posiciones políticas y se adhirieran a la agrupación del señor de las ligas, René Bejarano.

Son entre 3 mil y 4 mil, al menos eso presumió Aquina Castañeda Romero, coordinadora de la tribu “Foro Nuevo Sol”, que el fin de semana aprovechó la visita del también esposo de la diputada federal morenista saltimbanqui Dolores Padierna (aliada por conveniencia con Andrés Manuel López Obrador) para anunciar su renuncia al Sol Azteca.

Evidentemente es un acto de oportunismo político más que de protesta, y es que al justificar su salida dijo que estaba indignada con la dirigencia estatal de Manuel Cambrón porque no fue considerada como candidata, algo que ocurrió hace más o menos un año, cuando dicho partido definió a los abanderados a la elección para renovar el congreso local.

La tardía renuncia simplemente es por la urgencia de estar cerca del poder, ya que la pareja de Bejarano y Padierna es cercana al presidente de la república por lo que saben bien que el futuro les pinta prometedor a su lado.

PATÉTICO Y VENGATIVO

Sumamente patética resulta la actitud del nuevo vocero del TSJE, Dan Pérez.

No sólo no termina por enjuagar el lodo de la imagen de su jefe, el magistrado Héctor Maldonado, sino que se da tiempo para hacer catarsis a través de su portal digital.

Por lo visto no supera su paso la PGJE, por lo que continúa atacando con notas sensacionalistas la imagen de la institución de la que una vez sirvió.

Aunque dicen por ahí que sería por instrucciones del presidente del TSJE que su empleado, a través de su medio, golpea a la Procuraduría, en una infantil actitud de desquite por el escándalo generado por su ambición salarial.

Sea cual sea la sopa, el caso es que en ambos platos Pérez está en franco conflicto de intereses.