Eso lo dijiste tu, no yo: Justo en el bolsillo
1 de agosto - 2018

Por Alfredo González

Vaya revuelo que ha causado los dos nuevos inquilinos del zoológico del Altiplano, los dos pequeños felinos son celebridades no sólo en la región, sino en el país y gran parte del orbe.

Basta con ver las filas de visitantes que acuden estos días al recinto que los aloja, donde su hermano Xonotli sigue gozando de la fama que cobro su inusual nacimiento, un hito para muchos y extraordinario para los expertos.

Pero como no todo es miel sobre hojuelas, hay muchos que el éxito de Tlaxcala les cayó como balde de agua helada… ¿Algo sabrán de eso allá por Valsequillo o Chapultepec?…

Cuentan por ahí que las cosas ya no son tan bonitas y por el contrario, la sabana africana se ha extendido a ciertas taquillas, pues muchos, y en serio muchos han encontrado con mucho agrado la opción de visitar animales que los asombren por menos de una décima cantidad de lo que les cobraban por ver más de lo mismo… ¿Será?.

Tómelo con las reservas debidas, pero dicen que el chisme del viaje felino a tierras andinas fue maquinado en jugo de víscera y aderezado con la envidia, pues vale la pena recordar que los capitales privados que juegan entre las pieles de estos centros de atracción se vieron afectado por el zarpazo de un recinto de carácter público que les dio nuestra de como se hacen bien las cosas.

La cuarta transformación

Luego del vendaval de comentarios que se han generado ante la salida de Carlos Marín de la cabeza de MULTIMEDIOS, queda en el aire la zozobra sobre si el cambio obedece a la modernización o al regreso de los dinosaurios…

De manera oficial se dice que fue para modernizar y adecuar al grupo propietario de Milenio hacia la digitalización de la información, las nueces tecnologías y las redes sociales, la bendita evolución de la información.

Sin embargo, también hay quienes vislumbran la mano jurásica de la censura a la crítica recia contra el tres veces heroico y mil veces terco que fue sparring de sus comentarios por años.

Si es que fuera así, preocupa ver el tamaño de la mordaza y el peso del bozal que tendremos quienes nos dedicamos a estos menesteres.

Curioso ver que algunos que no se cansaron de parlotear e insultar por más de una década luzcan ahora una piel de durazno morena, ¿llevados y no se aguantan?, habrá que ver con el tiempo.

Por lo pronto aquí seguiremos para reconocer y hablar de lo que hagan bien… Y sobre todo, para criticar las incontables pifias y contradicciones de la transformación de lo que queda de este país es una copia barata de película de Spielberg, con todo y su Pejesaurus Rex.

Muchos picos, y sólo los patos

Hace no mucho, vimos, escuchamos y supimos de que la laguna de Acuitlapilco fue una de las modas en la capital y sus comunidades como la promesa de lo que había que rescatar, el tema de prioridad que urgía de rescate y que hasta este día, poco ha visto a su favor.

Tuvieron que venir ciertas aves, los llamados «Patos Verdes», para hacer lo que presidentes de comunidad de la zona, alcaldes y otros más no han hecho, pues pese a que las promesas crecieron en lo local, el muertito y las facultades se le endosan como cheque a cierta comisión nacional del vital liquido, por eso de la ley de aguas.

Bien han hecho los patos en sus aisladas faenas de limpieza y promoción de la conservación del cuerpo de agua que empieza a recobrar terreno, el lugar se ha convertido de nueva cuenta en un punto de reunión y recreación para las familias de la zona, pese a que como siempre no falta la vendimia de alipuz y la sangre dulce de maguey.

Pero la cosa es que los primeros pasos se han dado, poco a poco, y pese a la aún presente contaminación de las aguas, la laguna recuperó terreno y bríos de la mano de unos cuantos entusiastas, que hasta tenor llevaron a cantar sobre la misma agua donde hace semanas se hallaban cadáveres y degollados.

Habrá que ver si cierto municipio se suma a la tarea de estas aves para cambiar el rostro de la laguna, pues hasta estos días lo único que han aportado se puede resumir en las cercas y alambrados que restringen el paso a ciertas zonas que dicen tener propiedad sobre las aguas de la nación ¡Oilos!, además del amable gesto de hacerse de la vista gorda pro anomalías e invernaderos que se han adueñado de parte de la zona… Por cierto señora.. ¿Para que buscar turistas con góndolas en el aire teniendo tan bonita laguna?, no cabe duda que los viajes a Zacatecas hacen daño.