Por Edgardo Cabrera

El fin de semana un grupo de priístas, panistas y del Movimiento Ciudadano de Tlaxcala manifestaron públicamente su simpatía a la Agrupación Política Nacional denominada “Vamos Juntos”.

Entre los nombres destacan el ex candidato a la gubernatura por Movimiento Ciudadano, Edilberto Algredo Jaramillo; el ex edil de Zacatelco, el neopanista Francisco Román; y la juez del TSJE y ex aspirante a diputada federal por el PAN, Claudia Pérez Rodríguez.

En Tlaxcala fue nombrado como dirigente estatal Librado Muñoz Muñoz, personaje que fuera secretario particular de la alcaldesa capitalina, la priísta Anabell Ávalos.

Si bien en el acto trataron de sorprender la inteligencia de los comunicadores al negar que la intención de dicha agrupación sea obtener candidaturas para las elecciones del 2018, lo cierto es que dichos personajes ya trabajan para aparecer en las boletas del próximo año.

Algredo y Román, por ejemplo, son claras y abiertas sus aspiraciones para acceder al Congreso de la Unión por lo que decir lo contrario, en lugar de generarles simpatías, provocarán lo contrario.

Tentáculo de partido

En abril pasado “Vamos Juntos” obtuvo su registro, por parte del INE, como Agrupación política Nacional y si bien no pueden participar directamente en el proceso comicial del 2018, el nuevo marco electoral les concede la facultad de hacer coaliciones con partidos políticos.

Los fundadores de dicha agrupación en el plano nacional no son tampoco ningunos improvisados, se tratan de ex integrantes del Partido Humanista, instituto parásito que perdió su registro.

Entre ellos están Ignacio Pinacho Ramírez, ex miembro de la Junta de Gobierno del Partido Humanista, así como Emilio Pérez Soto y Domingo Salgado.

En el plano local es clara su ruta, buscarán integrar un padrón y superar la barrera de los 10 mil ciudadanos para negociar así candidaturas con los partidos nacionales y a la postre constituirse incluso en partido político local aunque para ello requieren de algo así como 34 mil militantes.

¿Será?

Nos enteramos que el ex alcalde de Zacatelco, Francisco Román, está ansioso de que el Congreso local desahogue el dictamen de la cuenta pública del último trimestre de su administración.

Y es que nos aseguran que el neopanista tiene preparada una “bomba mediática” en contra de los integrantes de la Comisión de Finanzas y Fiscalización de la actual legislatura.

Román asegura tener subsanadas las observaciones y rechaza ser el autor de un presunto desfalco que se le señala en el informe del Órgano de Fiscalización Superior entregado a los diputados.

Será esta semana cuando se despejen las dudas y veamos finalmente si el ex edil de Zacatelco cumple sus amenazas y si los diputados tienen las pruebas suficientes para ajusticiar al puñado de ex ediles que dejaron hasta el final y que incluye también Apizaco, Huamantla, Apetatitlán y Contla.