¿Derecho de admisión?
26 de julio - 2017

Por Edgardo Cabrera

El PAN está por cerrar su proceso de reafiliación y llama la atención que solamente 54 por ciento de los militantes han refrendado su sangre azul.

Con el de hoy, restarán sólo 6 días para que el resto de la matrícula cumpla con el requisito y seguramente muy pocos se sumarán a la lista.

Las cifras en Acción Nacional son crudas. No obstante que ya gobernaron un sexenio, únicamente tenían 5 mil 240 militantes en Tlaxcala.

Pero si el dato anterior era de vergüenza, al final del proceso de reafiliación la cifra se reducirá aún más y se estancará en apenas 3 mil ya que hasta este martes llevaban 2 mil 800 refrendos.

Con esos números queda claro que la “supremacía albiazul” carece de estructura, por lo que al rato no se deben quejar de la falta de representantes en casillas –en las jornadas electorales- o de desfondarse cuando la escasa realeza no es favorecida con candidaturas y salen disparados a apoyar a otras fuerzas políticas, tal y como ocurrió en 2016.

Ahora bien, no olvidemos que más de una centena de los militantes, entre ellos varias decenas que se reafiliaron, enfrentan un proceso de expulsión, por lo que la cifra aún se les reducirá más.

Con dicho panorama y su adelgazada estructura, los panistas no tienen otro camino que concretar una alianza para llenar sus vacíos y que no les coman el mandado el día de la jornada electoral.

Pasaporte

A colación de la depuración panista con la que pretendían limpiarse de traidores, trásfugas o rivales de grupo, lo cierto es que ante el escenario de un frente opositor varios de esos “odiados” personajes tendrán las puertas abiertas para colarse.

Por ejemplo, Aurora Aguilar, José Gilberto Temoltzin, Claudia Pérez y otros más podrán acceder a una candidatura a diputación local, federal y hasta el senado.

Su cercanía con el PRD no es novedad, no olvidemos que fueron los principales impulsores de que Lorena Cuéllar encabezara una alianza entre el PAN y los amarillos.

Tampoco perdamos de vista que Rafael Moreno Valle tiene trato directo con Jesús Ortega, el cabecilla de la principal tribu perredista, por lo que en el reparto de espacios el poblano podría pedir –entre otras entidades- a Tlaxcala como premio de consolación luego de que no sea ungido como candidato presidencial.

La cruel realidad terminará por alcanzar a los azules ya que con todo y su campaña de reafiliación al final del día todo parece indicar que no será tan fácil repartir las candidaturas entre los grupos que detentan la dirigencia estatal y la nacional.