Niños Santos
24 de abril - 2017

Ranulfo Rojas Bretón

Ya definida la fecha de canonización de los tres niños mártires tlaxcaltecas, Cristóbal, Antonio y Juan, ceremonia que se realizará el próximo domingo 15 de octubre, en la ciudad de Roma Italia, quedan muchas reflexiones acerca de su importancia y trascendencia para la iglesia y de manera especial para Tlaxcala cuna de ellos.

El martirio es una de las acciones más respetadas en el santoral de la Iglesia, el hecho de que alguien tenga convicciones tan firmes que lo lleven a vivir con valores y a morir por ellos, en sí, es ya una grandeza digna de alabar, y, esto sea en cualquier ámbito de la vida. Así, es digno de alabar el que alguien muera dando la vida por su patria, por la ciencia, por la cultura, por su familia y también lo es, por la religión. El martirologio católico es abundante. Muchos han muerto en las distintas persecuciones y casi en todas las regiones del mundo. Los primeros mártires de la iglesia se dieron en las mismas tierras del Evangelio y luego en distintas zonas de Asia y de mayor repercusión los martirios sufridos en el imperio romano en los que se cuentan los mismos Apóstoles, Pedro y Pablo.

En América no es la excepción y apenas llegado el evangelio a estas tierras, los frailes tuvieron el tino de fundar una escuela para que los niños de los principales tuvieran una formación religiosa y cultural que les permitiera transformar sus comunidades. Fruto de esa primera escuela franciscana fueron los niños Cristóbal, Antonio y Juan.

Cristóbal

Cristóbal, hijo del el Cacique de Atlihuetzia, Acxotecatl Cocomitzi, asistió a la primera escuela franciscana que se erigió en Ocotelulco en las Casas del Cacique Maxixcatzin, ahí se formó en las artes y en la cultura española y por supuesto en la religión católica, pidió el bautismo y recibió el nombre de Cristóbal. Tres cosas ocuparon la acción apostólica de Cristóbal:

1) la lucha contra la idolatría y la afirmación del único Dios. Así que hoy nos vendría muy bien su mensaje ante la llamada por el Papa francisco “idolatría del dinero” al objeto que en lugar de que se ocupe para servir, se diviniza y se pone al hombre abajo de él y en dependencia del mismo: “tanto tienes, tanto vales” hemos llegado a afirmar.

2) la poligamia. Cristóbal decía a su padre que solo debería tener una sola esposa. Hoy su mensaje nos llamaría a la fidelidad y respeto a la palabra de fidelidad dada a una mujer o a un hombre delante de Dios y fortalecer a la familia. Hasta de broma se dice que los únicos hombres fieles son los “fieles difuntos”.

3) la embriaguez. En aquel tiempo era el pulque, hoy hay formas de adicciones que esclavizan al hombre, que lo embrutecen y lo degradan. Alcohol, drogas, sexo, se han convertido en las formas nuevas de adicción o de embriaguez.

Antonio y Juan

Pasaron por Tlaxcala dos frailes dominicos, uno de nombre Bernardino Minaya y solicitaron al guardián del convento, Fray Martín de Valencia a unos niños que les ayudaran en la evangelización. Con mucho pesar Fray Martín les propuso a los niños y tres aceptaron: Antonio, Juan y Diego. El fraile les habló de los peligros que enfrentarían y ellos contestaron con decisión que así como San Pedro había sido crucificado y San Pablo decapitado y San Bartolomé desollado, si Dios se valiera de sus vidas para el anuncio del evangelio ellos estarían gustosos de hacerlo.

Llegando a la zona de Cuauhtinchan acatando las órdenes de los religiosos llegaban a los caseríos y recogían las imágenes de las divinidades. Un día que no estaban los frailes, llegaron los nativos y tomaron a Antonio y Juan y los apalearon hasta matarlos, arrojando su cuerpo a un barranco. Testigo de esto fue Diego que logró esconderse y contemplar la escena, misma que relató a los frailes. Los frailes rescataron los cuerpos de los pequeños y los llevaron al convento de Tepeaca para darles sepultura.