Apertura
7 de febrero - 2017

El gobernador dejó de lado intermediarios para fijar a los alcaldes las reglas de su administración. Varios ediles quedaron exhibidos por su incapacidad política, de gestión y administrativa. El 7 de mayo sigue sacando a relucir sus trapos sucios; familiares fueron favorecidos con plazas. En breve Marco ocupará la residencia oficial del titular del Ejecutivo estatal

Por Edgardo Cabrera

Después de 9 años, ayer la Casa de Gobierno fue abierta para un evento público con los 60 alcaldes.

En el nuevo estilo de gobernar, Marco Mena escuchó de propia voz las opiniones de los presidentes municipales y decidió dejar de lado a los intermediarios para fijar las reglas de su administración.

El llamado fue a la austeridad, a realizar un gasto responsable y eficiente, en otras palabras, dejar de lado el dispendio de los recursos públicos, las obras de relumbrón y el uso del erario para satisfacer caprichos y lujos.

Éste fue el contexto mediante el cual remitió a los ayuntamientos 237 millones de pesos correspondientes al cuarto ajuste trimestral del 2016, algo que muchos ediles hubiesen preferido que no se hiciera público para continuar con el pretexto de la falta de dinero para liquidar gastos prioritarios, entre ellos energía eléctrica o finiquito de personal.

A todos los presidentes municipales se les permitió hablar y no se le dio prioridad sólo a quienes encabezan las asociaciones de ediles de los 3 principales partidos políticos.

Pedinches y quejumbrosos

No obstante el llamado oficial, la reunión terminó por convertirse en un muro de los lamentos y en una ventanilla de solicitudes para el gobernador.

Patrullas, pozos, saneamiento de aguas y hasta quejas contra el Sindicato 7 de mayo fueron las constantes.

Eso sí, nadie ofreció un plan claro y concreto para hacer administraciones transparentes y austeras, más bien pareció que, en su gran mayoría, quieren que todo les resuelva el gobierno estatal, ¿entonces para qué querían ser presidentes?

Con ello buena parte de los ediles quedaron exhibidos por su incapacidad política, de gestión y administrativa, algo que preocupa considerando que estarán en el cargo otros 4.7 años.

Perversidad

La disputa por el control del principal sindicato de burócratas estatales sigue sacando a relucir los trapos sucios entre el grupo que detenta el poder (encabezado por Edgar Tlapale), y los marginados que aglutinan el matrimonio Guadalupe Rodríguez y Pedro Erazo.

En su más reciente capítulo se dio a conocer que el líder del Sindicato 7 de Mayo, en complicidad con el ex alcalde capitalino Adolfo Escobar, basificó a su hermano, Martín Tlapale.

Con dicha revelación, el grupo antagónico pretende hacer una carambola de 3 bandas: por un lado restarle credibilidad al dirigente gremial al exhibir su ambición; por el otro, fortalecer el movimiento disidente que busca su reinstalación sindical; y tercero, debilitar los movimientos que se tienen programados esta semana en contra de alcaldes que han dado de baja a trabajadores que recientemente obtuvieron su plaza, como en el caso de Chiautempan donde se anuncia el cierre de la alcaldía.

Los inconformes con Tlapale saben muy bien que la transición del gobierno es coyuntural para estrangular a la dirigencia y apuntalar su salida.

Al pie

A colación de la reunión entre el gobernador y alcaldes, pudimos corroborar que Marco Mena aún no se muda a la residencia oficial del titular del Ejecutivo estatal.

Desde que tomó protesta decidió mantener su hogar en el mismo lugar donde ha vivido en los últimos años, no obstante durante este mes se tiene previsto que el gobernador ocupe el inmueble oficial ya que la creciente carga de trabajo lo obliga a estar de planta en la ciudad capital.

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