Por Manuel Amador

Poco antes de las 14:00 horas, con música de paso doble que a lo lejos era reproducido por el sonido de un automóvil e interpretado por un mariachi, fue despedido Joaquín Angelino, «El Pulques».

El cortejo fúnebre estuvo integrado por familiares, matadores, ganaderos, amigos y aficionados, y arribó al antiguo panteón de Piedras Negras, ubicada a un costado de una empresa de tabiques.

Por la mañana en la ciudad de Apizaco se llevó a cabo una emotiva misa de cuerpo presente -presidida por Ranulfo Rojas Bretón-.

posteriormente la caravana recorrió las ganaderías que marcaron su vida cuando quiso ser matador de toros.

Allí casi a la entrada del camposanto, los restos de Joaquín fueron depositados en la misma tumba en la que descansan desde hace algunos años Don Holario Pérez y Doña María Luisa sus abuelos, a quienes visitó hace unos días cuando sepultaron a una familiar.

Aplausos de los presentes y hasta desmayos, acompañaron al querido «Pulques», muestras de afecto que se hicieron más intensos conforme bajaba el féretro de madera laqueada, en la cepa abierta en el terreno árido de lo que fue parte de «Piedras Negras» la bien llamada «Ganadería Madre».