Ante los desastres financieros que arrastran, los alcaldes salientes no saben cómo tapar los boquetes y lo cómodo es recurrir al despido de personal. En el ITE la lucha de fuercitas entre los consejeros y presidenta contra la contralora interna no cesa, ahora fue destapada la cloaca por supuestos excesos en sueldos y gastos

Por Edgardo Cabrera

Buena parte de los alcaldes que están por entregar las riendas de la administración no saben qué hacer ante el desastre financiero que arrastran.

Con todo y que les fue aprobada su primera cuenta pública (gracias a las negociacione$) en los hechos la realidad es otra, no saben cómo tapar los boquetes y lo cómodo –consideran- es recurrir al despido de personal y cancelación de contratos con proveedores.

Pero con los recortes de personal sin el pago del finiquito que la ley establece, se anticipa que en cascada vendrán las demandas laborales heredando -como siempre ocurre- el problema a las futuras administraciones.

En este último rubro, se sabe que en los municipios panistas de Yauhquemehcan, Santa Cruz y Apetatitlán, al menos medio centenar de trabajadores y funcionarios fueron puestos de patitas en la calle.

En Tetla, donde gobierna el PT, el recorte aplicó para una veintena de empleados de confianza, al igual que en Chiautempan, en tanto que en Tzompantepec se ha reportado el retraso del pago de sueldos.

A los anteriores se sumarán otros ayuntamientos donde los empleados de confianza ya fueron advertidos que dejarán de laborar en los primeros días de octubre.

El asunto es que dicho gasto correspondiente a sueldos está presupuestado por toda la anualidad, ¿entonces qué harán con el dinero que se van a ahorrar?

Destinarlo a otros rubros para cubrir adeudos u otros compromisos supondría desvío de recursos.

Lucha de fuerzas

En el ITE la lucha de fuerzas entre los consejeros y presidenta contra la contralora interna no cesa, el pleito existe desde que se instaló formalmente el nuevo organismo electoral y se mantuvo esa figura del extinto IET.

Recordemos que en un principio el “reluciente” Consejo del organismo se negó a reconocer a Guadalupe Zamora Rodríguez como contralora interna, el pleito se prolongó por varias semanas hasta que el Congreso local intervino y declaró que dicho nombramiento era legal.

Ahí surgió un pleito intestino que ha tenido varios momentos, el último apenas llegó a la Legislatura local y tiene que ver con el gasto en sueldos.

Zamora Rodríguez demandó la aplicación de una auditoría dado que documentó que los consejeros y la presidenta Elizabeth Piedras han incurrido en un gasto irregular al sobregirar partidas presupuestales por incremento de sueldos y realizar compras por montos que fueron inflados del precio real.

Se tratan de 36 anomalías financieras y administrativas que se convierten en un nuevo dolor de cabeza para la serie de problemas que arrastran los consejeros por la organización del proceso electoral.

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