A la Verónica: La setentona a descansar
21 de febrero - 2016

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Por Gerardo Orta.

El domingo concluyó la temporada grande 2015-2016 con un atractivo cartel en el que el triunfador resultó, para variar, el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza.

Llamado “problemoso” la temporada pasada por el empresario Rafael Herrerías, la tarde del domingo, el español nuevamente logró atraer en masa lo mismo a aficionados que a espectadores.

Sin embargo, la entrada mejoró aún más con la presencia del también español Enrique Ponce, quien dio una de sus mejores tardes ante un encierro de Teófilo Gómez.

El cartel fue completado por la nada despreciable presencia del potosino Fermín Rivera, que estuvo en plan grande con su primer toro, y el queretano Octavio García El Payo.

La tarde sin duda fue de los españoles, pues el apéndice que logró cortar Rivera en su primero, no opacó lo que hicieron los ibéricos con sus toros. Ponce, tuvo incluso una tercera oportunidad, al sustituir como primer espada a Octavio García, quien por un fuerte dolor en el estómago no salió a matar a su segundo.

Fermín Rivera no tuvo tela de donde cortar con su segundo, pero en el primero, nuevamente confirmó que su toreo lo ha llevado a ser incluido en carteles importantes en La México. Con la sobriedad que lo caracteriza, la seriedad que lo distingue y su elegancia frente a los toros, logró meter en el riel a un toro que embestía con poca fuerza y sin transmisión.

En general la tarde para los toros de Teófilo Gómez fue cuesta arriba, si bien permitieron el lucimiento de los toreros de a pie, su comportamiento no fue de bravo, sino todo lo contrario. Mostraron mansedumbre, debilidad, llegaron sin casta, eso sí, bien obedientes al toque de las muletas, sobre todo aquellos que le tocaron en suerte al siempre elegante Enrique Ponce.

Pero no transmitían peligro, premisa trascendental para aquellos que se anuncian como toros bravos.

Enrique Ponce llegó en plan maestro. Muchos criticarán que a México llega a torear pequeñajos, pero es indudable que su toreo cautiva a los grandes públicos, conocedores o no, de la fiesta brava.

Con la parsimonia que lo distingue, el español conquistó al público capitalino, se reconcilió después de las malas tardes que hace unas temporadas protagonizó en aquel escenario.

Pablo Hermoso, triunfador absoluto de la tarde, aprovechó las buenas embestidas y condiciones de un toro en todo momento codicioso de Fernando de la Mora. El español se acomodó y sacó lo mejor de su repertorio con la educada cuadra que lo ha acompañado en sus mejores tardes.

El caballista español siempre ha sido consentido del público de La México, y no obstante que un gran porcentaje de asistentes en la plaza fueron de los considerados caza carteles, por no decir villamelones, el rejoneador se salió con la suya y le cortó un exagerado rabo al segundo de su papeleta.

En general la tarde fue buena, la gente disfrutó, que al final es lo importante, quizás sin contemplar en el disfrute la integridad y seriedad del espectáculo.

Se fue una temporada más, la que marcó el cumpleaños número 70 de La Monumental Plaza México, una plaza cuestionada y hasta cierto punto devaluada.

Sin embargo cada tarde de toros en La México, es una oportunidad de enamorarse de la fiesta brava, de sus personajes, sus toros, sus toreros, sus aromas, sus colores, sus carteles… en fin, cada tarde es la inmejorable oportunidad para reconciliarse con un espectáculo a la baja, pero que siempre atraerá a los más fieles de sus seguidores, esperando el toro de verdad, con edad y trapío, con bravura y transmisión, con toreros valientes que dignifiquen la profesión y que salgan con la vergüenza torera por delante.

Hasta la próxima querida Plaza México.

Bodas de oro

El sábado 26 de marzo en la plaza de toros Jorge Aguilar El Ranchero, la ganadería De Haro festejará sus bodas de oro con un atractivo cartel para la afición tlaxcalteca.

Si bien dicen que no todos los toreros le salen a los cárdenos De Haro, los tres espadas tlaxcaltecas que siempre han toreado las corridas difíciles son lo que, precisamente, estarán la noche del sábado de gloria en Tlaxcala: Uriel Moreno El Zapata, José Luis Angelino y Sergio Flores.

Un cartel eminentemente tlaxcalteca, que a la vez representa un atractivo para el público catalogado como torista.

Ese día, Uriel matará dos corridas, la primera en Texcoco y la segunda en la tacita de plata en Tlaxcala.

Derrama taurina

Hace unos días, se dio a conocer el balance de la corrida de rejones que se presentó el 30 de enero en el nuevo complejo Val’Quirico en el municipio de Natívitas.

Los números fueron contundentes. Tras el festejo se registró una derrama global de 5 millones de pesos, la generación de 237 empleos directos y hasta 530 indirectos.

Aun así, existen grupos que ignoran la trascendencia económica de los eventos taurinos en todo el país. La fiesta brava genera empleos, derrama económica y da de comer a muchas familias, impensable desaparecerla.

Por cierto que ante el éxito logrado en esa tarde, la empresa Protauro representada por Luis Rubén Hernández, no descartó la posibilidad de que, a largo plazo, pueda edificarse una plaza de toros en Val’Quirico, que albergue no solo espectáculos taurinos, sino de cualquier naturaleza cultural y tradicional.

Nos cuentan que, la idea es quizás, impulsar un proyecto similar al de Juriquilla, en el no menos taurino estado de Querétaro.