De frente a las y los ciudadanos
9 de diciembre - 2015

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Senadora Adriana Dávila Fernández

El ejercicio político obliga a la transparencia y a la rendición de cuentas, a gastar con responsabilidad, hacer más con menos, con la mirada puesta en el desarrollo sustentable. Se trata de sembrar hoy, cuidar la parcela y cosechar para nosotros sí, pero con el pensamiento en las nuevas generaciones.

Rendir cuentas es un derecho que tienen todos los mexicanos, todos los tlaxcaltecas; derecho a la información sobre qué se realizó, por qué se realizó, en dónde se realizó, qué beneficios hubo y a quiénes fueron dirigidos.

Es lo más sano en el ejercicio de representación legislativa; hablar con claridad sobre las acciones emprendidas, las iniciativas impulsadas, apoyadas y aprobadas, así como las gestiones realizadas.

Es una obligación que establecí desde hace muchos años con Tlaxcala. Hacer transparente el trabajo de los representantes de elección popular es fundamental para los ciudadanos.

 

Es la oportunidad para hacer públicas las actividades realizadas durante la LXII Legislatura desde el Senado de la República, que concluyó el pasado 31 de agosto, de frente a las y los ciudadanos.

Mi responsabilidad desde que protesté cumplir con este encargo, busca mejorar las condiciones de vida de las y los tlaxcaltecas, con una constante actividad de gestión de recursos, de manera transparente y ética para hacer bien las cosas, porque represento los intereses de quienes me otorgaron su confianza en el proceso electoral federal de 2012.

El trabajo legislativo va más allá de colores partidistas o banderas políticas; es mucho más que el cálculo electoral.

La población, sus necesidades y demandas, requieren respuestas en el corto, mediano o largo plazos, para la obtención de resultados es necesario ceder en la búsqueda del bien común, ponernos de acuerdo con una solo premisa: El interés general, con honestidad, responsabilidad y compromiso absoluto con los tlaxcaltecas.

Anhelo que mi trabajo contribuya a fortalecer nuestra realidad local, regional y nacional, desde la responsabilidad legislativa apoyamos y aprobamos reformas estructurales en materia educativa, laboral, energética, de competencia económica, entre otras, que sin duda contribuirán a elevar la calidad de vida de la población y combatir de manera frontal a la pobreza.

Conjuntamente con mi Grupo Parlamentario, trabajamos en la revisión del marco jurídico para garantizar nuestros derechos humanos, derechos sociales, y derechos político electorales.

Es un orgullo pertenecer a la legislatura que impulsó y aprobó la paridad entre los géneros.

Esa es la posibilidad real y abierta de que las mujeres en Tlaxcala formen parte de los cuerpos colegiados que deben tomar decisiones en los distintos niveles de gobierno. Es un logro para todas las mexicanas, que no admite autorías partidistas, en beneficio común.

Trabajo en el perfeccionamiento de las leyes para la protección y beneficio de la población tlaxcalteca, en especial lo relativo a la trata de personas, problema que demanda cambios urgentes a la ley vigente; así como en la modificación de la Ley de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, la Ley General de Víctimas y otros ordenamientos que garantizan y procuran los derechos humanos.

Sin duda alguna, un trabajo legislativo estaría incompleto sin escuchar y atender inquietudes, demandas, necesidades, sugerencias y opiniones de las y los ciudadanos.

Por ello, decidí trabajar con muchos y muchas tlaxcaltecas, lo que me dio la oportunidad de llevar respuestas de beneficio general para sus comunidades o sus colonias.

Cada una de las actividades realizadas se hizo con un pleno compromiso social para contribuir a su derecho a tener una vida plena, digna, con mayor libertad, con mejores servicios de salud, mejores instalaciones de esparcimiento y actividad física, mejor infraestructura y servicios públicos; más y mejores oportunidades en el día a día.

Es urgente combatir la corrupción, la falta de transparencia, la impunidad y los pocos resultados de distintas administraciones locales, por cierto, todas emanadas de un mismo grupo político, quejas constantes de la población.

Mucho trabajan las y los ciudadanos y no ven mejora en los servicios públicos; mucha publicidad, nada de beneficio para la mayoría. Mucho ruido, nada de nueces.

Aún hay muchos retos y la única forma de avanzar es trabajar con responsabilidad, compromiso y generosidad en la búsqueda del bien común.

Hacer trabajo en equipo de ciudadanas y ciudadanos tlaxcaltecas dispuestos a trabajar por lo suyo sin descuidar el bien común.

Con actitud responsable y decisión quitaremos los obstáculos que no nos dejan avanzar; traspasaremos las barreras que limitan nuestro crecimiento, todas aquellas trabas que impiden abrir nuevos espacios para que nuestros jóvenes desarrollen capacidades y talentos.

Hay que gestionar de forma transparente y honesta, juntos lucharemos por un presente y un futuro más justo, más libre y más solidario.

Hay muchos tlaxcaltecas dispuestos a trabajar de manera generosa con ímpetu y alegría para hacer de nuestra querida tierra, un lugar más humano, equitativo y próspero. Tlaxcala cuenta conmigo.