A la Verónica: ¡Anuncios!
6 de septiembre - 2015

Guadalupe_Posada

Durante la semana pasada, la empresa de la Plaza México hizo un nuevo anuncio respecto al elenco que se presentará en la próxima Temporada Grande. Julián López El Juli y el hidrocálido Joselito Adame ya están confirmados para el serial invernal mexicano.

Parece que la empresa está dando pasos que buscan la reivindicación con los espectadores que buscan, en carteles de ocasión, acudir a los tendidos de la Plaza México, máxime cuando se trata de dos toreros eminentemente mediáticos y que al conjuro de su nombre, se logra buena asistencia en los tendidos.

Lo que habrá que cuestionarnos como aficionados A LOS TOROS, es precisamente la calidad que tendrán las corridas que compre la misma empresa para la presentación de toreros como los citados, pero también para un torero como José Tomás, también contratado para una tarde de la Temporada.

Quizás los aficionados estaríamos más contentos con los anuncios si se presentaran ganaderías que preservan la bravura en sus campos. Por ejemplo y sin ir más allá, las casas ganaderas tlaxcaltecas, ganado bravo por antonomasia.

En mi concepto de aficionado no distingo entre torista o torerista, siempre he pensado que toro y torero integran una amalgama en la que, si uno de los dos falla, el arte no puede surgir, habrá quizás toros de antología frente toreros con escases de elementos para su lidia o que convierten el toreo, más bien, en un acto circense.

En contraste, hay toreros que lo intentan todo frente a toros descastados, sin transmisión y, desde luego, bravura. Frente a la poca colaboración de la bestia, el más ducho de los toreros prefiere abreviar.

Si la empresa de la Plaza México –que cumplirá sus 70 años en febrero de 2016–, quiere reivindicarse con la afición, tendrá que conjugar toros con peso y trapío pero sobre todo con la edad reglamentaria.

Rumores

Cada vez cobra más fuerza el rumor de que la Plaza México será demolida para dar cabida a un centro comercial en el terreno que actualmente ocupa el gigantesco embudo.

Tanto ganaderos como toreros y hasta periodistas, han relatado la intención de un puñado de empresarios por terminar con esa tradición de casi 70 años.

La Plaza México, una de las más bellas del mundo podría dejar de existir gracias al interés empresarial de hacer crecer sus bolsillos.

Lo que no han explicado y quizás no han contemplado, es que la demolición de la Plaza México terminaría con cientos de fuentes laborales, pero sobre todo, se atentaría contra la libertad ciudadana de acudir a un espectáculo de su preferencia.

Quizás el espectáculo taurino termine por ser un evento que se disfrute únicamente de manera esporádica, privada y de la que sólo unos cuantos podrán disfrutar.

Ojalá que todo sea un simple rumor, aunque dicen que cuando el río suena…