Tlaxcala| Gerardo Orta.- El torero tlaxcalteca Sergio Flores logró el indulto de un bravo toro de la ganadería queretana de Xajay, en lo que fue la penúltima corrida de la Temporada Grande de La Plaza México.

El toro fue Giblartar marcado con el número 83, y con un peso de 510 kilogramos.

El torero de Apizaco fue variado en el toreo. Lo mismo lo llevó por naturales que derechazos ceñidos que pusieron de cabeza al coso mayor, cuya emoción contrastó con el ridículo encierro presentado el jueves pasado en la corrida del aniversario número 69.

Gibraltar se arrancaba de largo, desde tablas y hacía la muleta del torero apizaquense que citaba al toro desde los medios de la plaza.

El toro aguantó hasta el tercer tercio con tres cuartos de tanque lleno de son y alegría. La afición comenzó a pedir el indulto desde la tercera tanda de pases con la muleta de Flores.

El Jorongo no pudo ocultar la emoción que le provocó torear a uno de los mejores de toda la temporada capitalina.

El torero se adornó en todo momento, sin embargo, no cayó en la exageración que provoca la precocidad del triunfo, o en este caso, del inminente indulto.

Con lágrimas en los ojos, el torero de Apizaco, logró el indulto número 30 en la historia de la monumental de Insurgentes.

Antes, con el toro Bogotano de Jaral de Peñas, cuarto de la tarde y primero del lote, el de Apizaco cortó una oreja, con lo que se alzó como el torero triunfador de la corrida que representa el epílogo de la temporada invernal mexicana.

La terna de toreros en la penúltima corrida la completó el potosino Fermín Rivera y el español Alejandro Talavante.