Por Fernando Tamayo

El ‎pasado sábado el Estado Tlahuicole vivió la culminación del primero de muchos capítulos que esperamos ver en la naciente historia del Club Coyotes de Tlaxcala‎; aunque el resultado fue adverso y se quedaron en semifinales, el balance del naciente equipo resulta positivo.

Pese a que durante la presentación de este proyecto deportivo las críticas no se hicieron esperar dado el apoyo por parte de la actual administración, hoy debemos reconocer que Coyotes de Tlaxcala durante su primera temporada dejó un gran sabor de boca entre la afición local que cada día se va incrementando, convirtiéndose además en un mecanismo que permite generar capital social en la Entidad.

De esta manera la apuesta de los propietarios de esta institución va más allá del sólo hecho de contar con un equipo de fútbol. El objetivo, además de dar la oportunidad a los tlaxcaltecas de reunirse cada quince días en torno a un juego de pelota, es generar espacios deportivos mediante la creación de escuelas donde la práctica de este deporte pueda proliferarse entre los niños y jóvenes.

En tiempos donde la inseguridad y la desconfianza ciudadana permean en todas las latitudes de nuestro país, se hacen necesarias acciones tanto públicas como privadas donde la coordinación de esfuerzos sea el detonante para construir una mejor sociedad a través de la generación de espacios de sana convivencia. Ver reunidos a más de 3 mil tlaxcaltecas con el interés común de apoyar a su equipo de fútbol es un hecho que, además de ser poco común, permite generar capital social.

Los proyectos deportivos como herramientas que permiten cohesionar ‎sociedades y detonar el crecimiento económico no son nuevos. Por ejemplo, el equipo de fútbol americano de Green Bay, población ubicada en Wisconsin Estados Unidos es una referencia. Establecidos en dicha localidad con una población de menos de 130 mil habitantes, los Empacadores -como son conocidos en México- es una institución de las más sólidas y exitosas, no solamente en el plano deportivo sino además en el económico, dicho equipo es uno de los motores del desarrollo en esa población, fundamentalmente en el plano del turismo deportivo.   

Por lo anterior los habitantes de este Estado debemos sentirnos orgullosos por lo logrado hasta ahora por los Coyotes de Tlaxcala y desear que la próxima temporada se incremente el apoyo hacia ellos y logren a la brevedad el ascenso a la siguiente división. Al igual que lo ocurrido con el Club Pachuca, hoy uno de los pilares para el crecimiento de nuestra Entidad puede constituirlo este equipo.  Al tiempo.

Desde la barrera

En momentos donde la percepción respecto a los juzgadores y responsables de aplicar la ley se encuentra tan devaluada, nuestro Poder Judicial local debería reflexionar sobre los problemas que la designación de los nuevos jueces penales ha provocado. ¿Cómo dotar de legitimidad y brindar confianza a los ciudadanos sobre los juzgadores cuando su elección se encuentra llena de suspicacias? Esperemos por el bien del sistema jurisdiccional local pronto se aclaren las dudas al interior de dicha Soberanía.

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