Ley de ingresos para el ejercicio fiscal 2015
6 de noviembre - 2014

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Senadora Adriana Dávila Fernández

El pasado 29 de octubre, en una sesión nocturna la mayoría de los Senadores de la República aprobaron la Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal 2015.

Antes de exponer las razones del voto en contra de ese dictamen, permítanme un breve contexto: hace un año, Acción Nacional manifestó su preocupación y negativa por los elementos que contenía la propuesta presentada que en términos generales; no impulsaría el crecimiento productivo, no generaría empleos y estancaría la economía nacional. Lo anterior sin contar las condiciones de inseguridad pública, mismas que, hasta el Secretario de Hacienda y Crédito Público ha reconocido, inhiben la inversión.

Las condiciones en las que hemos vivido hasta este penúltimo mes de 2014, son suficientes para tener un panorama de la situación nacional en términos de desarrollo y productividad.  Que se puede resumir; en que la economía tiene un visible estancamiento; no tiene un motor productivo porque se incrementan los impuestos; no hay suficiencia de recursos, porque los precios del petróleo van a la baja y los recursos derivados de este no son orientados a  inversiones productivas.  Quizás lo más preocupante es que la deuda externa aumenta de manera alarmante y compromete el futuro de las generaciones.

La mayoría los Senadores de Acción Nacional votamos en contra del dictamen presentado, porque a pesar de los recursos provenientes del endeudamiento, no se ha tenido la capacidad de generar crecimiento económico, porque no hay eficiencia del gasto público.  Eso sí, se utiliza como instrumento de presión política para los Gobernadores y Presidentes Municipales, en lugar de ser una palanca de desarrollo.

La negativa obedece a criterios técnicos, es una decisión informada que busca evitar que el Gobierno le quite recursos a las familias mexicanas; vía impuestos, derechos o contribuciones, para destinarlos a programas o proyectos de beneficio social que por cierto, son muy rentables en temporada electoral.

La responsabilidad legislativa demanda un ejercicio de supervisión de tareas y evaluación de resultados. En los bolsillos de las familias, se pueden palpar los efectos negativos de una reforma fiscal mal diseñada, que limitó la inversión del sector productivo nacional, elevó los impuestos y ha minimizado las deducciones por concepto de honorarios médicos y hospitalarios, gastos funerarios, créditos hipotecarios.

La Ley de Ingresos para el ejercicio fiscal de 2015 debe, procurar justicia, impulsar la productividad, generar riqueza, crear empleos, alentar el consumo; que el marco tributario se traduzca en inversión, con posibilidad de financiamiento del bienestar social, y sobre todo no agraviar a  las familias mexicanas.

Los legisladores que aprobaron la Ley de Ingresos, votaron la disminución de prestaciones de los trabajadores, porque no se podrán deducir los beneficios que otorgaban los patrones; están de acuerdo con la recaudación derivada del precio de las gasolinas, lo cual afecta directamente la economía familiar.  Por cierto, ¿no fue promesa electoral del PRI en el 2012 bajar el precio de gasolinas y combustibles?  ¿No insiste  el Gobierno  que en el corto plazo se reducirá el valor?

Estos legisladores están a favor de dañar la calidad de vida de los mexicanos que habitan en la zona fronteriza, por el aumento al Impuesto al Valor Agregado (IVA).   Emitieron su aceptación al endeudamiento del futuro generacional que aún sin nacer, tendrán responsabilidades tributarias.

Algunos datos para considerar: en 2 años de esta Administración Pública Federal, la deuda ha crecido 5 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto.  Es decir, sin crisis global de por medio, en casi 24 meses se lleva la mitad del endeudamiento contratado en 12 años, sin que exista un beneficio claro para millones de mexicanos que demandan servicios públicos de calidad, más empleos y mejor remunerados.  Las palabras del Senador Ernesto Cordero definen con puntualidad la situación: “la deuda de hoy son los impuestos del mañana”.

Basta revisar la historia de las décadas de los 70, 80 y 90 para entender las crisis económicas cíclicas, producto de decisiones erráticas y poco responsables con el endeudamiento nacional.  Capítulos en los que no dejamos de ser parte del tercer mundo, que no supimos administrar la abundancia, que no llegó la renovación moral, no alcanzamos a ser parte de los países desarrollados y todos absolutamente todos los mexicanos pagamos aquel “error de diciembre”.

En materia de transparencia, control presupuestal y rendición de cuentas, tendrán márgenes de hasta el 20% en el ejercicio discrecional de los recursos que manejará el Poder Ejecutivo, aún cuando las normas internacionales marcan que toda variación de más del 5%, deberá ser sometida a consideración y en su caso  a aprobación del Congreso respectivo.

Si no existe un manejo responsable de la hacienda pública, el país no crecerá ni generará empleo; en la narrativa gubernamental… No se podrá señalar que México se mueve.

Por eso con responsabilidad, compromiso social y criterios técnicos, la mayoría de los Senadores de Acción Nacional votamos en contra de la Ley de Ingresos 2015.

POR CIERTO…

En esta semana los Senadores de la República evaluaremos los perfiles, las trayectorias y la calidad humana de los candidatos a presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos.  Responsabilidad, compromiso, objetividad e independencia para tomar decisiones a favor de los derechos humanos, deben prevalecer. No es un cargo que responda a cuotas partidistas.