Por Fernando Tamayo

‎A lo largo de la semana y luego de la desastrosa actuación de la Comisión Permanente del Congreso Local al otorgar, en términos poco claros, la presea Miguel N. Lira, lo acontecido el viernes en la Ciudad de Santa Ana Chiautempan se convirtió en la nota principal.

Pese a que  la revuelta ocurrida el pasado viernes  tuvo como origen el atropellamiento de la señora Norma Meneses Padilla por parte del hasta entonces policía municipal Juan Carlos Godínez Flores al conducir la patrulla P-518 y que derivó en el destrozo de 17 parquímetros cuyo valor es de 2.5 millones cada uno, así como también tres patrullas de dicha comuna, lo que viven los ciudadanos chiautempenses es, sin duda, la muestra clara de lo que en política no debe hacerse.

En primera instancia debemos señalar, como alguna vez ya se hizo en este mismo espacio, que el ordenamiento del primer cuadro de cualquier localidad es un acierto dado que sin orden nos encontramos supeditados al interés particular, y sobre todo, estamos frente a una clara limitante del desarrollo colectivo.

En este sentido, bajo ninguna circunstancia podemos advertir como un error las acciones emprendidas por el alcalde de Chiautempan, sobre todo si el objetivo es transformar el rostro de un Ayuntamiento cuya principal actividad es el comercio, y donde además la columna vertebral del mismo son los establecimientos asentados en el centro de la Ciudad.

Sin embargo, y al ser la política la herramienta de gestión del conflicto social por excelencia, lo ocurrido en el municipio sarapero no es más que la falta de oficio que a su vez ha propiciado que dicha demarcación viva un verdadero estado de ingobernabilidad.

De esta forma, medidas que en una primera instancia pudieran considerarse como acciones positivas a favor de la comuna, por la carencia de sensibilidad y de apertura, hoy parecen tambalearse en un entorno social de hartazgo ciudadano.

Las peculiaridades y características del municipio de Chiautempan siempre han hecho necesaria que toda medida pública se publicite y, sobre todo, se socialice. Dada la importante participación existente por los ciudadanos en dicha localidad tlaxcalteca, en todo momento resultó prioritario el diálogo y la concertación como pilares fundamentales para considerar oportuno el reordenamiento del comercio informal así como el establecimiento de parquímetros, con la finalidad de conocer el punto de vista de la sociedad, la que finalmente será la directamente involucrada.

Hoy, los resultados están a la vista y van más allá del sólo descontento social por la ejecución de las medidas ya señaladas, y por el lamentable atropellamiento de una ciudadana. En la actualidad, la sociedad chiautempense da cuenta de su descontento por la imposición de medidas cuyo procedimiento para la implementación resultan a todas luces contrarias a un modelo incluyente y democrático.

Esperemos que por el bien de este importante municipio textilero sus autoridades entiendan que la problemática va más allá del propio conflicto de intereses, se trata de una expresión ciudadana en contra del autoritarismo y la imposición. Al tiempo.

Desde la barrera

En plena crisis económica nacional, el Gobierno del Estado en coordinación con el municipio de Huamantla, colocaron la primera piedra de lo que será un innovador Parque Industrial dirigido al ramo automotriz. Esperemos que este acto sea el inicio que permita considerar al municipio huamantleco como el eje del desarrollo regional en la zona Oriente de nuestra Entidad en el rubro de las autopartes. Enhorabuena por ese importante esfuerzo a los dos órdenes de gobierno y que éste tipo de inversiones sean más constantes.

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