De políticos a políticos
21 de junio - 2019


Por José Luis Ahuactzin

La cercanía de cada proceso electoral para renovar la gubernatura de Tlaxcala, me trae a la mente esa sabias palabras del empresario y político Carlos Hank: «un político pobre, es un pobre político…».

Y como no traerlo a colación si cuando falta más de un año para iniciar el proceso electoral los candidateables han olvidado la verdadera labor del «político» y entonces saciar sus intereses como el diputado José Luis Garrido Cruz, del PEST.

Nos cuentan que el aprendiz de la neopolitca de la 4T, entre la familia y los mejores amigos se destapó como próximo contendiente a la gubernatura, pues asegura que es el mandamás o, mejor dicho, se cree el Tlatoani de la secta que controla.

No cabe duda que el ladrillo en el que se encuentra para saber de «política» ha perdido el piso y quiere entrar a la negociación de posiciones para sus más allegados y del él, claro está.

Su primer paso, nos cuentan sus allegados, es lograr el control total del PEST y el como dirigente, y para ello se convirtió en agitador de diputados que también tienen intereses en ser presidentes municipales para que en sus distritos coloquen a allegados y en lo posterior se pague el favor, como presumen en el distrito 5 de Yauhquemehcan.

Pero no sólo él está en la lista de los candidateables, sino que en el Movimiento Ciudadano, el panista Saga también levantó la mano para la gubernatura por el partido naranja; pero lo que no sabe, o no le quieren explicar para que siga gastando su dinero, perdón inversión, es que quedará fuera del proceso interno.

Si bien, Refugio Rivas es el dirigente estatal, éste no goza de buena simpatía con el senador y dueño del MC, Dante Delgado Rannauro, y lo que lo mantiene en la línea es para evitar se convierta en cabra loca y haga su pataleta.

Nos cuentan que si no ha sido expulsado del Instituto que representa, es porque no han logrado documentar la «traición mayor» a favor de la entonces candidata a la gubernatura del PRD, Lorena Cuéllar Cisneros, y dejar sólo a su candidato Edilberto Algredo Jaramillo.

Y en ese cambio de juego, Edilberto Algredo, pese a que perdió la elección trae simpatía del dueño del partido político, quien tiene mano para generar opinión y hasta lograr que le asignen la candidatura para su libre disposición.

Y en esa libre disposición planean un buen activo, que no es mal visto ni por la clase política, la económica, y otros sectores que lo convertirá en la «manzanita» de discordia.

Es más, el planteamiento trae entre sus impulsos posiblemente a la CTM, y si bien el líder eterno Pascual Grande Sánchez, junto con su asesor el ex diputado Víctor López Hernández, se la saben de todas a todas, serán clave fundamental para su apadrinamiento.

Se trata del maestro, quien a su paso como funcionario de organismo autónomo, no sólo supo catapultarse, sino supo conciliar entre la clase política que ahora lo ven como un aspirante serio.

Su paso como político fue creado bajo el perfil de la disciplina, de los códigos y las cortesías políticas que aprovechará; además de que es una cara nueva que le beneficiará a su aspiración.