Morena y su tumba
8 de marzo - 2019

Por José Luis Ahuactzin

Al final la verdad sale a flote, y para los morenistas sean funcionarios federales, estatales, o de plano de tropa, todos por igual están condenados al fracaso y a cavar su propia tumba.

Primero, los 11 diputados de Morena quienes provienen de otros partidos como el PRD, PRI, PAN, no se han dado cuenta que gozan de un efecto obradorista y ellos son perfectos desconocidos en sus municipios y distritos electorales; lo que una eventual condición de reelección los condenará al fracaso.

Segundo, que el electorado ha aprendido capotear a los políticos, pues antes el político engañaba a la sociedad, pero ahora es la sociedad que engaña a los políticos; entonces no por más etiquetar dinero para regalar calentadores, computadoras, o proyectos “productivos”, les dará el pase directo a 3 años más como diputados o presidentes municipales.

Tercero, que sus estrategias porriles de abuchear a gobernadores en donde se presenta el mandatario federal, se ha confirmado que es un tema de partido, Y es que a nivel nacional el periódico REFORMA ha ventilado que quienes son los verdaderos autores intelectuales y quienes dan la instrucción de abuchear, rechiflar o gritar consignas, el aval es de los coordinadores federales en cada estado del país y de Morena.

Cuarto, que la carrera gubernamental por suceder al gobernador Marco Mena, Morena enfrenta una crisis porque no sabe controlar las diferencias ni rivalidades entre los militantes que aspiran a cargos de elección popular.

Y quinto, que su trabajo legislativo será el que los condene al fracaso; es más, que los castigos los recibirán ellos mismos por el incumplimiento de sus promesas.

Recordemos que los morenistas habían creado una política de desprestigios para ganar adeptos, y al salirse de control quedó en evidencia que los de Morena son los autores intelectuales y los coordinadores son quienes dieron la instrucción de las rechiflas, los materiales.

Sin embargo, ante tales hechos la sociedad ya se está desmarcando de los empleados de la cuarta transformación, sobretodo porque han incumplido promesas de campaña.

Entonces, el monstruo que ellos mismos crearon en Morena, al ser de todos los colores partidistas, pronto serán consumidos por diversos grupos que tienen la fórmula para presionar y dividir desde lo interno.