También piden dinero para el INEE, el Consejo de Promoción Turística y el Seguro

Fuente: MILENIO

Entre los proyectos de inversión para el próximo año se incluyen 416 millones de pesos para el pago del avión presidencial, como monto asignado para 2019, tal como se autorizó para este año.

Además, aún se envió la petición de presupuesto para el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), el Consejo de Promoción Turística de México (CPTM) y el Seguro Popular, aunque ya se anunció su desaparición.

En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación también se enviaron sin modificación alguna las propuestas de gastos de los poderes Legislativo, Judicial y los Órganos Autónomos, aunque el secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, dejó en claro que la posible modificación es facultad exclusiva de la Cámara de Diputados.

En el caso del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, explicó que no es un asunto presupuestal, porque su financiamiento depende de los bonos emitidos con garantía en la Tarifa de Uso Aeroportuario.

El avión presidencial y su equipamiento, de acuerdo con el presupuesto 2018, tiene un costo estimado de 7 mil 560 millones de pesos con un horizonte de arrendamiento por 15 años y considera pagos anuales en promedio de 45 millones de pesos para operación y mantenimiento, más pagos anuales de arrendamiento de 451 millones de pesos.

Desde el pasado 2 de diciembre, el gobierno entrante oficializó que el avión presidencial dejaría de usarse, como ya lo había adelantado el presidente Andrés Manuel López Obrador, y al día siguiente fue enviado a San Bernardino, California, en EU para garantizar mejores condiciones para el proceso de venta.

Aun antes de comenzar las campañas, López Obrador transmitió un espot en el que afirmaba que el avión presidencial en México no lo tenía ni Obama.

Como candidato, participó en un acto con la American Chamber en el que afirmó que de ganar la Presidencia utilizaría vuelos comerciales aunque llegara tarde.

Ya como presidente electo, el tabasqueño sufrió un atraso de tres horas en un vuelo a Veracruz, pero advirtió que nunca se subiría al avión presidencial.