Preocupación
29 de noviembre - 2018

Por Edgardo Cabrera

Vaya decepción y preocupación la que generaron los cuasi delegados federales y la virreina Lore quienes supuestamente presentarían a los presidentes municipales y al gobierno estatal la nueva estrategia de seguridad pública que impulsa Andrés Manuel López Obrador y que incluye la creación de la Guardia Nacional.

Para empezar, tuvo que ser el gobernador Marco Mena quien convocara a los 60 munícipes a una reunión de trabajo, y no de grilla como están acostumbrados los próximos funcionarios federales a quienes les encanta la tenebra política pero que dejan mucho que desear en su labor como servidores públicos.

Ya en el encuentro, Cuéllar Cisneros, Baldemar Cortés, Isela Rojas y Jorge Atristain no atinaron a responder ninguna de las dudas manifestadas por los alcaldes y que iban desde las funciones de la Guardia Nacional, hasta alcances del nuevo marco legal y las facultades, así como obligaciones que tendrán los ediles en su carácter de autoridades.

Lo único que dejaron más o menos en claro es que la funciones de los delegados en materia de seguridad será la de reportar a la federación de primera mano la incidencia delictiva de la entidad.

Ante la evidente falta de información, varios presidentes municipales confiaron a este comunicador su preocupación y desconcierto porque los delegados son simples figurines con proyectos políticos personales y, aunque evidenciaron supina ignorancia en materia de seguridad, van a meter las manos en los ayuntamientos sin contar con un método y estrategia claramente definida.

INSTITUCIONALIDAD

Por cierto que a unas horas de que asuma funciones el Presidente Electo, Marco Mena hace patente su talla política al tender puentes con los próximos delegados federales, incluida su futura coordinadora, la diputada Lorena Cuéllar.

Contrario a la lógica de algunos que buscan la confrontación motivada en diferencia políticas, el Ejecutivo estatal se mantiene institucional, respetuoso de los ámbitos de gobierno y sus atribuciones.

Por tal motivo, es de reconocer que haya ido por delante, asumiendo que mantendrá la disposición y colaboración con el próximo Gobierno Federal, pero sin desentenderse de su responsabilidad de asumir la rectoría de las funciones de seguridad pública en la entidad.

#LADYCHAPULIN

A colación del nuevo gobierno que está a unas cuantas horas de entrar en funciones, vaya zarandeada que les dieron en redes sociales a los cinco diputados federales que ayer pidieron licencia para regresar a sus entidades en carácter de virreyes y con el título de súper delegados.

En el caso local la tunda fue para Lorena Cuéllar quien se ganó el mote de #LadyChapulín, y es que aunque sus corifeos y plumas ladinas traten de defender, en los hechos la señora ostenta el récord estatal de la mujer con el mayor número de cargos inconclusos.

Recordemos: las dos veces que fue diputada local botó la curul por sus nuevas ambiciones políticas, una en busca de ser alcaldesa y la otra para ser senadora.

Siendo alcaldesa capitalina, abandonó el puesto porque se le quemaban las habas por ser gobernadora.

Cuando fue senadora, de nuevo tiró la toalla porque nunca ha dejado su sueño (que más bien parece pesadilla) por ser gobernadora. Frustrada, regresó a la Cámara Alta por unos cuantos meses para de nueva cuenta abandonar la curul en busca de no quedarse sin hueso y acceder a una diputación federal.

Ahora que ya es diputada federal, de nuevo botó el cargo para asumir la coordinación de delegaciones federales, puesto que también dejará inconcluso porque amenaza con regresar de nuevo, y por tercera ocasión, a intentar ser gobernadora.

En esta última ocasión la burla a los electores que votaron por ella batió sus propios récords en el arte de chapulinear, ya que sólo estuvo tres meses como diputada, lapso en el que también batió su récord de inasistencia e improductividad legislativa.

Aún así sus aduladores y defensores de oficio le echan porras para seguir burlándose de los tlaxcaltecas a los que elección tras elección los engatusa con sus promesas.