#Tlaxbús
17 de septiembre - 2018

 

Por Edgardo Cabrera

Nos enteramos que en breve será presentado un proyecto de movilidad para Tlaxcala que pretende atender una de las principales demandas de transporte de estudiantes y trabajadores que a diario viajan a la ciudad de Puebla.

Se trata de un metrobús tlaxcalteca que correrá desde la capital del estado hasta el vecino estado y que tiene la intención de entroncar con la Red Urbana de Transporte Articulado de Puebla, mejor conocido como Ruta.

Sabemos que al interior de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado está prácticamente terminado el proyecto, mismo que esperará el visto bueno del gobernador Marco Mena.

Sin embargo el principal obstáculo para el Tlaxbús es la mafia del transporte concesionario interestatal que ve en el proyecto gubernamental una amenazada para sus intereses, no obstante, nos cuentan que la intención es que los trabajadores del volante se integren al nuevo servicio, tal y como ha ocurrido en otras ciudades donde se han implementado estas alternativas de movilidad.

Adicionalmente se abrirían nuevas rutas para aquellos que no quieran integrarse al metrobús, y con ello se ampliará el transporte en zonas donde el servicio es deficiente, escaso o de plano inexistente.

La propuesta también tiene la intención de disminuir el problema de accidentes, tránsito e inseguridad que se vive en la zona conurbada a Puebla.

Con el Tlaxbús, adicionalmente a la creación de un nuevo marco normativo en materia de comunicaciones, transporte y movilidad, se pretende subir a la entidad a la modernidad ya que se enfrentan graves rezagos que siguen beneficiando a pseudo líderes y políticos que han lucrado con este tema durante años.

Desencanto

Tal como ya lo habíamos adelantado en este espacio, al cierre de la semana pasada el presidente del Comité de Administración en el Congreso local, Rafael Ortega Blancas, confirmó que no habrá recorte a las dietas de los 25 diputados.

Y si bien se habla que cada legislador percibe 60 mil pesos mensuales, en los hechos dicha cantidad se llega a duplicar en función del cargo que tenga cada diputado, ya que no gana lo mismo el presidente del comité de administración o de la JCCP, que el resto de sus compañeros.

No perdamos de vista que lo que obtienen del rubro de nómina es una cosa, pero habrá que sumarle otros fondos que son manejados con total opacidad como los recursos excedentes de cada trimestre, o los gastos de ceremonial que sabemos que no han sido recortados ya que se tienen presupuestados para el resto del año.

Aunque Ortega Blancas asegura que no tendrán recursos para gasolina, apoyos de gestión, para adquisición de telefonía celular, ni mucho menos para vehículos nuevos, en los hechos eso no es del todo cierto ya que fuentes propias del área de administración nos confirman que el dispendio en combustibles sigue, así como lo relacionado con el gasto de telefonía.

Con relación al turbio fondo de retiro que manejan los diputados, tampoco se ha dado la orden de cancelarlo y, por el contrario, al menos en la primera quincena se les aplicó el descuento correspondiente, como en antaño, y es que recordemos que por cada peso que “ahorre” cada diputado, el Congreso, o mejor dicho el erario, les aporta una cantidad similar con lo que al final de su gestión cada uno se lleva millones de pesos por este concepto.

En los hechos, es claro que la única diferencia de la actual legislatura con la anterior, son los colores de la bancada que ostenta la mayoría, nada más eso.