Mentirosos e ignorantes
20 de junio - 2018

Por Marcos L Tecuapacho

I. El candidato a diputado federal por el I Distrito de la coalición “Por México al Frente”, Humberto Macías, se ha sumado a la campaña de ataques contra los candidatos priistas, al acusar a Mariano González Aguirre de aventarse “puntadas” como prometer obra pública para cada presidente de comunidad, “cuando su padre gobernó la entidad y no cumplió”.

Lo que evidentemente ignora Humberto Macías es que, entre 2010 y 2016, el porcentaje de la población en situación de pobreza en el Estado de Tlaxcala bajó de 60.3 a 53.9 por ciento, como resultado de la estrategia impulsada en el sexenio del exgobernador Mariano González Zarur.

De acuerdo a la “Evolución de la Pobreza 2010-2016” del Coneval, en dicho periodo todos los indicadores de carencia social en la entidad descendieron, lo que permitió que la entidad pasara del cuarto al séptimo lugar en pobreza, en ese periodo.

En este sentido, se identifica, por ejemplo, que la carencia por acceso a los servicios de salud bajó de 33.4 a 12.5 por ciento, mientras que la carencia por calidad y espacios en la vivienda cayó de 11.7 a 10.2 por ciento, al igual que la carencia por acceso a los servicios básicos en la vivienda, de 13.7 a 10.7 por ciento, lo que se atribuye a que la aplicación del presupuesto se enfocó a la atención de rubros prioritarios, como es la inversión en infraestructura de educación, salud, vivienda y urbanización en las comunidades, y la implementación de programas coordinados con el gobierno federal y los municipios para mejorar el nivel de vida de las familias de menores ingresos.

Además de ser un improvisado en la política y el servicio público, Humberto Macías es un mentiroso.

II. Otro que se colgó de la mentira para sacar a flote su campaña es Gelacio Montiel, aspirante frentista al Senado, quien ante miembros de la CMIC acusó la falta de proyectos de infraestructura por la “ineficiencia” del gobierno estatal. Incluso criticó la remodelación del Estadio Tlahuicole, al considerar que se pudo utilizar su inversión en el mejoramiento de infraestructura hospitalaria, carretera y educativa.

Lo que el ex funcionario sanchezanayista parece desconocer es que, en diciembre pasado, el gobierno estatal anunció importantes obras de infraestructura, como la modernización de la carretera Tlaxcala-Apizaco, el nuevo Hospital General de Tlaxcala, y efectivamente, la modernización del Estadio Tlahuicole.

Resulta desesperada la manera en que pretende politizar el tema de la obra pública, que obedece a una normatividad técnica y no a tiempos electorales. Además, en la propia CMIC saben que el retraso en el desarrollo de estas obras se debió a que la Semarnat no había concedido los permisos de impacto ambiental.

III. Y quien le hizo segunda a Gelacio, fue su ex correligionaria Minerva Hernández, que en una entrevista dijo que falta que el gobierno estatal tome acciones para combatir la contaminación del río Zahuapan y deje de enfocarse en cosas de menos relevancia como el Estadio Tlahuicole. Pues bien, la prolonga ausencia de la diputada federal con licencia de la entidad, al parecer, le impidió enterarse de que el Ejecutivo también contempla un proyecto de rescate del afluente, que incluye inversiones por 160 millones en plantas tratadoras, y una estrategia amplia de cuidado del ambiente, desde las escuelas hasta la coordinación con los municipios.

En el caso particular del Estadio Tlahuicole, cabe decir que solo una visión aldeana de Tlaxcala sugeriría que no es una obra necesaria, pues su utilidad no solo se constriñe a la actividad de un equipo de fútbol, sino a la realización de eventos deportivos, culturales o de diversión con aforo de al menos 10 mil personas. Y respecto a la contaminación del río, desde el sexenio de Sánchez Anaya, de la cual fueron subordinados Gelacio y Minerva, se careció de acciones de largo aliento para remediar su problema de contaminación.

IV. En la coalición “Juntos haremos historia” rayan en lo ridículo. Para compensar su falta de actividades de campaña -y evidenciar su ignorancia-, dos abanderados se presumen como punteros en las preferencias electorales.

Primero, la gente de Rubén Terán, que aspira a la diputación federal por el II Distrito por Morena, ventiló que, según encuestas nacionales y estatales, él presenta varios puntos de ventaja y que su victoria será inobjetable.

Sin embargo, se desconoce a qué estudios demoscópicos se refiere, así como la vitrina metodológica y si la casa encuestadora responsable de los mismos está registrada ante la autoridad electoral.

Luego, Mayra Vázquez, que busca la diputación local por el V Distrito, propaló los resultados de un sondeo de un portal de noticia en Facebook para asegurar que su posicionamiento es de 79%, cuando es por todos sabidos que esta clase de cálculos pueden ser dirigidos, porque cualquiera puede dar “like” sin necesariamente ser del distrito o el estado.

De esta manera, los abanderados de Morena se engañan y pretenden engañar a los electores, que más que querer saber quién es más popular quieren saber quién puede resolver mejor sus problemáticas.

Es evidente que, como otros aspirantes morenistas, Rubén y Mayra apuesta por el efecto AMLO, al carecer de propuesta y verdadero arrastre entre la ciudadanía.

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