Por José Luis Ahuactzin

Los 25 diputados locales van por una ruta equivocada para la solución de conflictos bajo su responsabilidad, unos por acción y otros por omisión, pero en el recuento final, ninguno quiere dar resultados a la sociedad.

Resulta que el perredista Alberto Amaro, insistente en que se presenten los titulares de la SEGOB y de la CES al pleno del Congreso, y expliquen el por qué ha aumentado la inseguridad, como si las comparecencias resolverán el problema de inseguridad, yo dudo sea la panacea.

Si todo fuera tan simple y las comparecencias en el Congreso resolvieran los conflictos, desempleo, baja calidad educativa, inseguridad, por ejemplo, yo diría que diario cada funcionario del ramo en el Poder Ejecutivo acuda a la sede del Legislativo.

El diputado y su Grupo Parlamentario deberían pensar en mejorar las legislaciones sobre seguridad, derechos humanos y rescatar los valores sociales, trabajar en iniciativas reales, que le sirvan a la sociedad.

Si bien, ha sido víctima de la delincuencia -una situación lamentable que no se le desea a nadie- para qué busca saber cifras del índice delictivo, todos sabemos que está por los suelos la seguridad y que es falta de coordinación policial, más bien debería plantear una solución o contribuir a ella y estarse quejando.

Además, con la agravante de querer confundir a la sociedad sobre su exigencia al Gobernador de permitir la presencia de dos funcionarios de su gabinete para exhibirlos, pero se le olvida el tema del aumento a la tarifa del Derecho de Alumbrado Público que cobra la CFE a todos los titulares del servicio y que él propuso y hasta se aprobó de forma inmediata.

¿Por qué eso no lo cacaraqueó?, ¿Por qué lo dejó y no lo informó a la sociedad? Será a caso que en su carrera a mantenerse como diputado local le genera un costo político…

Como este caso hay muchos, nuestros legisladores han quedado a deber al pueblo tlaxcalteca, tan es así que basta acudir a las sesiones legislativas públicas -martes y jueves- para darse cuenta que «clase» política tenemos.

Los hay desde quienes hablan con errores como Fidel Águila del PVEM quien pronuncia “verda, solidarida, clascala, sesagésima legislatura…”, o el caso de la Presidenta de la Mesa Directiva, Ortencia Mastranzo del PAN, quien de plano confunde un artículo Bis con un artículo “Vips”, de ese tamaño.

O el de Morena, Humberto Cuahutle Tecuapacho, que se aventó la puntada en el 2017 a presentar una iniciativa que otorga recursos a los adultos mayores cada mes, pero la ley es letra muerta al no existir presupuesto para apoyos.

Otro diputado que, aunque respetuoso, para preguntar el nombre de reporteras que cubren la fuente pronuncian: ¿Cómo se llama asté?… A decir del Agustín Nava Huerta, del PS.

El caso del perredista Nahúm Atonal Ortiz, que fue balconeado en el 2017 por llevar serenata, sí serenata en pleno recinto Legislativo a una de sus auxiliares.

O las diputadas del PVEM y la independiente, Aitzury Sandoval y Yazmín del Razo, que se maquillan en el Pleno o de plano están pegadas en su celulares.

Pero regresando al camino equivocado, por costo político en este proceso electoral, por desconocimiento u omisión, tienen pendientes que resolver como es el caso Ixtenco y el IAIP.