Por Fernando Tamayo

El caso de las normalistas de Panotla es un acto atípico en el sistema educativo local. Con una serie de canonjías propias de los años 70 las estudiantes a educadoras no sólo se han ganado el repudio de las autoridades en funciones, sino además de los sectores sociales y económicos de Tlaxcala.

La serie de manifestaciones realizadas la semana pasada dan cuenta de la capacidad, el criterio y la forma de ver la vida de las estudiantes que pretenden convertirse en las educadoras de las nuevas generaciones.

Sin lugar a dudas el modelo educativo nacional requiere de mejores prácticas y de recursos económicos que permitan incrementar el nivel de preparación de los niños y jóvenes de nuestro país, sin embargo, las exigencias de las normalistas sobrepasan los estándares que posibiliten incrementar la calidad de la educación en México.

La libre expresión y manifestación de las ideas es un derecho consagrado en la Constitución tanto federal como local aunque la toma de autobuses del transporte público como mecanismo para trasladarse a las instalaciones de la USET la semana anterior da cuenta del proceder ilegal del movimiento normalista.

Aunque la solicitud de matriculación de 342 estudiantes sea material y económicamente inviable las normalistas no descansaran en su intentona de hacer cumplir sus demandas incluso a través de acciones contrarias a la ley y que molestan no sólo a los ciudadanos que les limitan el libre tránsito sino además afectan el proceder diario de la economía local.

Esperemos que pronto las autoridades educativas de la Entidad resuelvan de manera correcta este conflicto que atenta contra la paz y la estabilidad social y política de la Entidad, de lo contrario, el descontento de distintos sectores antagónicos al gobierno comenzara a manifestarse de la misma manera que en el caso de las normalistas. Al tiempo.

Desde la barrera

Lo ocurrido este lunes en Xiloxoxtla donde los ánimos se salieron de control tras la detención de un individuo que fuera detenido al intentarse robar una motocicleta es una muestra más de que la gobernabilidad comienza a ponerse en riesgo en distintos municipios de la entidad, resulta urgente la intervención de las autoridades pertinentes para que el Estado mantenga la tranquilidad social.

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